Abraham B. Yehoshua. Traducción de Isabel Marín. Editorial Duomo. 246 páginas. 21 euros
05 jul 2017 . Actualizado a las 22:56 h.Es uno de los escritores más importantes de las letras israelíes -hace unos meses obtuvo el premio internacional Dan David en la categoría de Literatura-, y además su cabal visión geopolítica y cultural sobre la región es un soplo de aire fresco en su país. Con raíces familiares sefardíes en España, abruptamente quebradas con la expulsión de los judíos, Abraham B. Yehoshua (Jerusalén, 1936) vuelve a menudo en su obra sobre las tensiones israelo-palestinas y también sobre el conflicto cultural que opone en su patria a la tradición y la modernidad, a los ciudadanos globalizados de hoy y los que viven tozudamente en la ortodoxia... Yehoshua es un observador minucioso y privilegiado capaz de delinear con maestría cómo esta problemática afecta a la vida íntima, a las parejas, a las familias. Y eso es el eje central de una de sus últimas novelas, La figurante, en la que hace regresar a Jerusalén a Noga (una arpista afincada en Amberes) cuando su madre se queda viuda. Empujada a dejar la música provisionalmente -mientras asume sus compromisos familiares-, Noga, despojada de la seguridad que le da su posición profesional, hará un viaje de redención personal que la obliga a enfrentarse a su pasado, a sus fantasmas, a sus raíces, a sus relaciones personales... El dolor la hará fuerte.