Después de tres años cerrado por obras, presenta en unas 500 piezas, algunas recuperadas de iglesias y de casas abandonadas, un viaje por el patrimonio de Galicia desde época prehistórica
28 jun 2017 . Actualizado a las 21:18 h.«Queremos ofrecer a nosa propia Las edades del hombre, pero de maneira permanente». Así definió ayer el delegado de patrimonio del Obispado de Lugo, César Carnero, la idea que les movió hace tres años a cerrar el Museo Diocesano de Lugo y cambiar por completo su imagen, hasta conseguir un museo con menos piezas y con un discurso definido: «Unha viaxe ao cerne do pasado e do presente da cultura galega».
Los trabajos de mejora del decano de los museos catedralicios de Galicia -en el 2018 cumplirá cien años- costaron 400.000 euros, de los que unos 250.000 fueron aportados por la Xunta. De un fondo de más de tres mil objetos, los encargados de la nueva museografía se quedaron con solo un 10 % de la anterior colección para presentar ahora entorno a 500 obras, desde la prehistoria -restos de las cuevas del norte peninsular- hasta el siglo XX. Muchas de las piezas que se pueden ver ahora estaban en iglesias parroquiales o custodiadas en casas de la diócesis lucense -que incluye municipios de tres provincias-, o llevaban medio siglo sin salir a la luz y aparecen ahora con una nueva forma de interpretación.
«Tivemos claro que a calidade primaría sobre a cantidade. E á vez queriamos propoñer un discurso que valese para coñecer a historia cultural de Galicia e a historia da Igrexa galega a través dos contidos que expoñemos», explicó el director del Museo Diocesano. Carnero, y la conservadora de la entidad, Carolina Casal, resaltaron que la colección tendrá cambios, «xa que hai pezas que se usan en liturxias especiais e tamén iránse incorporando novas achegas». Incluso, de cara al futuro, se prevé una nueva ampliación de salas.
El obispo de la diócesis, Alfonso Carrasco Rouco, apuntó en la presentación de la colección -acto al que acudió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo- que el nuevo museo permite «vislumbrar algo da grandeza que estivo moitas veces oculta, a través de pezas que demostran a alta dignidade da cultura das nosas parroquias», destacando que el cierre de algunos templos lucenses o la pérdida de población en numerosas parroquias está causando problemas de seguridad a la hora de preservar el patrimonio de la Iglesia.
Dentro de la catedral
Uno de los retos que tuvieron que afrontar a la hora de distribuir las obras de la colección fue su integración en un espacio singular, el triforio de la catedral de Lugo. «
É un museo encravado nunha catedral. Estamos dentro dun monumento BIC e Patrimonio da Humanidade, polo que tivemos que ser respectuosos ata tal punto que se hoxe desmontásemos todo, non quedaría ningunha pegada». Pero lo que pudo ser un problema lo aprovecharon con dos elementos que permiten a su vez admirar la belleza del templo: un gran banco desde el que contemplar toda la nave central y un mirador para ver el altar mayor, los frescos de la bóveda y las capillas principales.
El Museo Diocesano Catedralicio de Lugo abrirá al público a partir del próximo martes, 27 de junio. El horario será de 10.30 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas (de martes a sábados). El precio de la entrada es de cinco euros. No obstante, a las 12.00 horas existe la posibilidad de una visita que incluye el museo, el almacén y las torres de la catedral, y los tejados, con un precio de diez euros -pero solo para un grupo no mayor de 20 personas-.