Rescatan al Lugrís decorador del mar

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Concluye la restauración del mural «Vista de A Coruña 1669», que ha dado lugar a la exposición «Paredes soñadas», algunas de cuyas 106 obras se ven por primera vez

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Pinto en gallego, razón por la cual no puedo ser realista». Es una de las frases de Urbano Lugrís (A Coruña, 1908-Vigo, 1973) que aparecerá en el catálogo de la exposición Lugrís, paredes soñadas que se inaugura esta tarde (19.30 horas) en la sede coruñesa de Afundación. Una de las obras de la muestra, Los milagros de San Gonzalo -«según se los contó Cunqueiro», explicaba el comisario de la exposición, Rubén Ventureira-, parecen respaldar la afirmación del artista.

La muestra promovida por Abanca tiene su origen en la restauración del mural Vista de A Coruña 1669, que ha concluido estos días y podrá verse desde el próximo viernes. «Si no lo hacemos nosotros se perdería, era una necesidad real restaurarlo», decía ayer Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca, entidad que afrontó el rescate y traslado de dicho mural, de 9,10 metros de largo por 2,45 de alto. Carmen Jiménez, de Arteca, la firma que llevó a cabo la restauración, destacaba la complejidad de la tarea. Lo hacía en la sede de Afundación, que se ha convertido en un territorio dominado por las imágenes del artista surrealista, con sirenas por los pasillos, golondrinas, caballitos de mar e incluso la recreación de un rincón del restaurante Fornos (hoy Comer y picar), en cuyas paredes hay varias obras de Lugrís.

Abanca

Esta exposición mostrará por primera vez la faceta de muralista, de decorador de espacios, del artista, a través de 106 obras, algunas de las cuales se exhiben por primera vez; es caso de un mapa de Galicia que en su día estuvo en un concesionario de coches y fue rescatado de la basura por el galerista Salvador Corroto.

Una de las cuestiones que destacan los organizadores de la muestra es que muchas obras aparecen en su contexto. Así, señala Ventureira, son 18 las intervenciones de este tipo que se pueden ver en las que están ubicadas obras desde el Gran Hotel de Vigo hasta el sanatorio Álvarez de Santiago, para cuya capilla hizo varias obras, pasando por la llamada capilla de los Reyes, de Bueu, dedicada a los Reyes Magos y en cuyo interior hubo al menos cuatro obras de Lugrís ahora en paradero desconocido, aunque se conservan sus imágenes. Y es que entre las consecuencias de la organización de esta muestra están desde el descubrimiento de lugares donde había obras del artista y sus responsables no lo sabían, hasta la posibilidad de ver piezas como unas cristaleras que estaban en la casa de Miguel Sanclaudio Sanmartín, en A Coruña, y que se exhiben por primera vez. De todos modos, los organizadores consideran que la estrella de la exposición es el Retablo del descubrimiento, que el pintor calificada como su Capilla Sixtina, y que fue realizado en 1951 para el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid. «De todos modos, ahí Hernán Cortés le salió un poco Santiago Matamoros», bromeaba el comisario.

La mayoría de las obras expuestas son de Abanca y Afundación, pero también hay una buena parte cedidas por instituciones y particulares.