Ricardo Bermejo: «Nadie puede copiar dibujos cuyos derechos nos pertenecen»

Carmo López REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El nuevo propietario de Kukuxumusu dice que Urmeneta sí está autorizado para continuar creando con su estilo

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un toro azul bailando en los Sanfermines. Ese es uno de los muchos dibujos que han dado la vuelta al mundo de la mano de los productos de Kukuxumusu, la marca creada en los años noventa por el dibujante Mikel Urmeneta, padre también del famoso toro. Todo fue viento en popa hasta que el vendaval económico puso a la compañía contra las cuerdas. Fue en el 2014 cuando Urmenetea llamó a la puerta de Ricardo Bermejo para evitar el naufragio. El barco no se hundió, pero la relación entre ambos empezó a zozobrar. Fue en el 2016 cuando el dibujante abandonó la firma para crear otra donde pretendía seguir usando sus personajes. No podrá hacerlo. Un juzgado de Pamplona prohibió su utilización por parte de cualquier empresa que no sea Kukuxumusu. Su actual director, Ricardo Bermejo, explica las consecuencias del dictamen.

-¿Qué implica la sentencia dictada por el juez de Pamplona?

-Que ni Mikel Urmeneta, ni ninguna otra marca ni empresa, puede utilizar unos dibujos cuyos derechos económicos fueron cedidos a Kukuxumusu a lo largo de los años por una veintena de dibujantes y por los que sus autores cobraron. Ni Mikel Urmeneta ni nadie puede arrogarse ningún derecho sobre unos dibujos cuya autoría es de una veintena de dibujantes diferentes, algunos de los que forman actualmente parte de la plantilla de Kukuxumusu, y cuyos derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación fueron cedidos a la compañía tras ser debidamente remunerados.

-¿Esos trabajadores cedieron esos derechos a la empresa?

-Los derechos fueron cedidos por el plazo máximo que marca la Ley de Propiedad Intelectual. De hecho, la mayor parte de esos contratos de cesión de los dibujos por parte de los ilustradores fueron creados y firmados cuando Mikel Urmeneta era administrador de la empresa, mucho antes de mi llegada a Kukuxumusu, lo cual significa que él mismo validó la forma de trabajo, de cesión, de transformación y de remuneración de esos dibujos. Ahora, nos limitamos a seguir trabajando de la misma manera y a luchar por lo que es justo para todos los que formamos parte de la compañía.

-¿Puede ser este un precedente legal para otras compañías?

-Dependerá de lo que digan los contratos. En nuestro caso, a Mikel Urmeneta nadie le prohíbe ser quien es, nadie le prohíbe dibujar ni seguir haciéndolo con su estilo, aquí nadie coharta ni su imaginación, ni su creatividad, ni la de ningún dibujante e ilustrador y, además, no lo pretendemos. Lo único que no puede hacer es copiar con su nueva marca unos dibujos cuyos derechos pertenecen a Kukuxumusu y por cuya cesión él ya cobró y según los contratos que el mismo hizo como empresario. Mikel tiene talento y seguro que no necesita copiar para volver a hacer cosas novedosas y singulares.