Los zombis viajan en transporte público

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

En «Train to Busan» un papá algo estresado por el trabajo viaja con su hijita de Seúl a Busan y el tren se va llenando de «no muertos» descoyuntados y sobreactuados que gruñen y muerden

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los zombis se han apoderado de las pantallas del mundo. Con series de culto como The walking dead y superproducciones tipo Guerra Mundial Z. Los hay nazis, piratas del Caribe, strippers, personajes de Jane Austen y ¡hasta castores! Así que no extraña que se les combata con todo: Schwarzenegger, Brad Pitt, Milla Jovovich y hasta al mismísimo Abraham Lincoln.

Una epidemia zombi se apodera de Corea del Sur. Desde Seúl, un papá algo estresado por el trabajo viaja con su hijita hasta Busan y el tren que los lleva se va llenando de no muertos descoyuntados y sobreactuados que gruñen y muerden. Como en las películas catástrofe, la acción nos va presentando a los personajes: una chica embarazada, un forzudo de barrio, dos adorables ancianitas, un equipo de béisbol -los bates van a servir de mucho-, una colegiala de faldita a cuadros -ligero erotismo zombi-, un loco, el conductor del tren...

La cosa tiene su gracia -es imposible no reír, aunque a veces dudemos del sentido del humor de la película-. Está bien contada -especialmente en la primera hora- y el crescendo funciona inexorablemente. El director destaca por su fineza: el primer rostro que vemos es el de un maniquí mecánico que hace señales en una autopista, todos los pasajeros no contaminados se paran un segundo para leer los mensajes de sus móviles y, así, la luz en sus caras nos indica que algo muertos sí que están. La niñita (Soo-an Kim) se revela como una maravilla expresiva y el noble bruto de la función (Dong-seok Ma) batalla consciente de que representa al héroe clásico. La embarazada -¡ah, el futuro de la Humanidad!- es Yu-mi Jung, esa notable actriz que daba réplica a Isabelle Huppert en Otro país.

Eso sí, el filme solo parece apto para aficionados curados de espantos: sangre, higadillos y aguardiente a mansalva. Mordidas con detalle, aludes de zombis y salvajadas varias no son plato para estómagos sensibles. Pero, sin duda, dentro del género, resulta notable y se recordará, destacado en la filmografía zombi, que integran cientos, puede que ya miles, de títulos.