¿Un «ecce homo» en Noia?

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

CULTURA

La restauración de un cuadro del pintor Eduardo Mariño llevada a cabo por su hijo suscita la indignación de expertos

24 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Estupefactos. Así es cómo se quedaron dos consagrados artistas de Noia al reencontrarse con un cuadro del año 1946 que en su día donó el pintor local Eduardo Mariño al Liceo. Había sufrido una restauración «tipo ecce homo», asegura el también pintor José Luis Veiras Manteiga con indignación. «Non sabemos se estaba autorizada nin quen puido facelo, pero fixo o que lle petou», indicaba. El óleo original sobre la iglesia de San Martiño «tiña o ceo ocre e agora é azul, non existían esas nubes nin esas figuras que foron pintadas de mala maneira e o chan que antes representaba a pedra foi borrado cunha capa de cor branca», añadía.

«Esto era un óleo e pintouse por riba con acrílico, e nin sequera é un bo acrílico. Fixeron todo o contrario do que se debería, poñendo magro sobre graxo», incidía otro artista noiés, Alfonso Costa. Para más inri, destacaban, el autor de lo que consideran «unha chapuza en toda regra» llegó a reescribir la firma.

«Ninguén ten dereito a tocar a obra dun autor e desvirtuala desta forma», destacaba Veiras Manteiga, quien cuenta que descubrieron la nueva versión de la iglesia de San Martiño cuando preparaban la inauguración de una exposición colectiva en las instalaciones de la sociedad cultural y recreativa noiesa.

El bautizado como el ecce homo noiés levantó también las críticas de expertos. La propia Carmen Hermo, directora de la Escola de Conservación e Restauración de Galicia adscrita a la Facultade de Belas Artes, quien casualmente también participa en la muestra coral, se llegó a ofrecer para recuperar la pintura original. 

Deterioro

Eduardo Mariño Mirazo, artista de origen santiagués, pero que vivió casi toda su vida en Noia, desarrollando allí gran parte de su producción pictórica y periodística, es reconocido en la localidad por ser también el autor de los carteles que anunciaban los estrenos de cine. Su óleo de la iglesia de San Martiño pasó de la vieja sede del Liceo de Noia a la nueva y, sin haber recibido ningún tipo de cuidado hasta ahora, se encontraba visiblemente deteriorado al hallarse colgado en una sala de juegos en la que antes se permitía fumar.

La directiva del Liceo asegura que fue un hijo del pintor el que pidió restaurarlo asegurando que tenía conocimientos artísticos. «Se le cedió con toda la buena intención y confiando en la buena fe de la persona, aunque lamentablemente el resultado no fue como se esperaba», subrayan, al tiempo que critican el eco que se ha hecho de esta intervención.

En cualquier caso y, a la vista del resultado y críticas que estaba suscitando la restauración del cuadro, la directiva del Liceo decidía ayer retirarlo para evitar que, como pasó con el famoso el ecce homo de Borja, se convierta en una procesión de curiosos.