Pilar del Río: «Para Saramago era inconcebible leer a Rosalía en castellano»

begoña íñiguez LISBOA / E. LA VOZ

CULTURA

Begoña Íñiguez

Del Río dedicará el premio hispano luso de Arte y Cultura a revitalizar la casa museo del escritor en Lanzarote

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La periodista y traductora Pilar del Río (Castril, Granada, 1950) ha sido galardonada con el premio bienal hispano luso de Arte y Cultura, dotado con 75.000 Euros, por su trabajo al frente de la Fundación Saramago, con sede en Lisboa, desde donde lucha por preservar el legado de su marido, el Nobel de Literatura portugués, José Saramago, fallecido en el 2010. Los ministerios de Cultura de ambos países han premiado a Del Río por su incansable defensa y promoción de la cultura ibérica «con la mirada siempre puesta en Latinoamérica», recuerda la presidenta de la fundación, quien recibió la noticia de la concesión del galardón el día en que Saramago hubiese cumplido 94 años.

-¿Se esperaba el premio?

-En absoluto. No se me pasaba por la cabeza. Cuando recibí la llamada del ministro de cultura portugués, Luis Filipe Castro Mendes, no me lo podía creer. Es un galardón que me llena de orgullo. La fundación fue creada por mi marido y por mí en el 2007 con mucho esfuerzo y sin ningún tipo de subvención, lo cual no es fácil.

-¿Pero la sede fue cedida por el Ayuntamiento de Lisboa?

-Es cierto, este palacete medieval, la Casa dos Bicos, que estaba totalmente abandonado cuando lo cogimos, fue cedido por el entonces alcalde de Lisboa, el hoy primer ministro Antonio Costa, lo cual agradecemos enormemente. Aunque nosotros lo restauramos y lo mantenemos día a día con nuestros fondos. Le aseguro que no es nada fácil.

-¿Qué va a hacer con los 75.000 euros del premio?

-Dedicarlo en su totalidad a revitalizar nuestra casa museo de Lanzarote, que tampoco recibe ninguna ayuda pública. Necesita muchas mejoras, sobre todo señalización para los múltiples estudiosos de todo el mundo que quieren visitar la biblioteca con miles de libros que Saramago recopiló como un tesoro a lo largo de su vida y que ahora es patrimonio de todos. Además, nada me hará más ilusión que recibir el premio allí. Nuestra balsa de piedra que tanto amábamos.

-Sigue teniendo muy presente a Saramago ¿Cómo es vivir sin él en Lisboa?

-Muy difícil, estoy a todas horas recordándolo. Aunque eso forma parte de mi intimidad porque mi compañero no está. Esta fundación es un proyecto que ideamos y creamos los dos y a ella dedico y dedicaré el resto de mi vida. Cuando decidí quedarme en Lisboa y hacerme ciudadana portuguesa, tras su fallecimiento en junio del 2010, lo hice porque eso es lo que a él le hubiera gustado. Amaba a su ciudad y a sus gentes, como amaba también a España y a su isla. Como española no siempre me ha resultado fácil adaptarme. Aunque sea una emigrante privilegiada y se me hayan abierto todas las puertas, estoy fuera de mi país.

-¿Cómo ayudan a preservar y difundir la cultura ibérica y latinoamericana?

-Lo que podemos [ríe]. Estamos abiertos y somos un puente para promover cualquier proyecto interesante en las lenguas de la península. Acabamos de promover con la Casa Museo Fernando Pessoa la tercera edición de los Días del Desasosiego, que se conmemoraron con numerosos actos culturales entre el 16 de noviembre, cumpleaños de Saramago y el día pasado 30, aniversario de la muerte de Pessoa. Además, en las últimas semanas hemos albergado Experimenta Extremadura, que contó con la visita del presidente extremeño, varios actos con la Delegación de Cataluña en Lisboa y nuestra fructífera colaboración con la cátedra Saramago de la Universidad de Vigo.

-Saramago fue un gran defensor del iberismo, ahora tan en auge.

-José Saramago defendió el transiberismo, no el iberismo, que no es otra cosa que preservar y unir a los pueblos ibéricos a través de la cultura, no de la política. Saramago no quería que Portugal se anexionase a España, defendía la riqueza y la grandeza cultural ibérica y diálogos multiculturales dentro de la península. Él leía siempre a los autores en sus lenguas. Le encantaba la literatura gallega y era inconcebible para él leer a Rosalía, por ejemplo, en castellano.

-¿Qué otros proyectos tienen en cartera?

-Estamos trabajando en la Declaración Universal de Deberes Humanos. La estamos elaborando con un grupo de profesores de la Universidad Nacional de México. Queremos llevarla a las Naciones Unidas.