Londres homenajea la movida madrileña

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

CULTURA

La Red Gallery dedica una amplia exposición al fenómeno cultural que vivió la capital española durante la transición, y que los ingleses asocian a la figura de Almodóvar

10 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La centro de arte londinense Red Gallery rinde homenaje a la movida madrileña, de la mano de su representante más conocido en suelo británico: el cineasta manchego Pedro Almodóvar. Lo hace presentando aquel fenómeno como un movimiento artístico indisciplinar, que se cimentó sobre la música, pero donde también hubo buena fotografía, cine y pintura. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 27 de noviembre y se engloba en el marco de una serie sobre subculturas juveniles de todo el mundo. Ejerce como comisario, Miguel Borrego, residente en Londres, quien anota en la capital británica «se conoce el tema pero nunca se ha analizado en profundidad».

Entre los artistas presentes en la inauguración, Javier Porto, con sus fotos en las que hace una simbiosis de la movida que tuvo lugar en Madrid y otra de forma paralela en la ciudad de Nueva York. «No hay que olvidar la figura de Fernando Vijande, él tenía el acceso a artistas de la talla de Andy Warhol y los comienza a traer a Madrid», explica a La Voz.

Precisamente, Porto era en los años 70, y tras la muerte de Franco, un fotógrafo recién llegado de Berlín, con un buen equipo fotográfico al que no tenían entonces acceso muchos profesionales en la capital española. «Ahora solo quedamos algunos de ellos, se ve gente vieja que reconoces por la calle, pero la movida en sí se acabó, como todas las movidas», añade. En este sentido, apunta este artista, fue clave la aparición del sida en Nueva York: «Es fundamental para entender la desaparición de las libertades. Era un movimiento de noche, de mucha gente anónima», detalla. 

Miguel Trillo

A su lado, está el trabajo de su colega Miguel Trillo, quien lejos de centrarse en los reportajes de la prensa española de entonces, que ponen su mirada en las personas que acuden a las primeras manifestaciones en la transición, va con su equipo y pone su objetivo en el público de los conciertos.

«En esa diversión hay una lucha», cuenta, mientras Porto recuerda cómo «mucha gente acababa en el calabozo cada noche hasta las ocho de la mañana del día siguiente porque la policía te quería hacer una puñeta». Trillo reconoce que en Londres no hace falta explicar qué fue la movida, pues saben perfectamente lo que es la cultura pop y un buen concierto de música underground. Es más, «no está considerado como algo de segunda, lo que sí sucede a veces en España», advierte.

Dentro de la galería suenan canciones de Alaska y Dinarama, Radio Futura, Nacha Pop, Los Secretos y Hombres G, entre otros. La exposición aborda un amplio repaso del decenio 1975-1985 y estará abierta al público hasta el próximo 27 de noviembre, contando con el respaldo del Instituto Cervantes de Londres y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España. Incluye ejemplares de fanzines como Licantropía y Monster; La pluma eléctrica, 96 Lágrimas y Du Duá, de Sardinita; Rockocó, pero también carteles, cubiertas de discos y otros objetos que documentan ese momento, así como una proyección exclusiva de A Freer Time Was Had By All, un documental de Beatriz Alonso Aranzábal. 

Explosión de creatividad

Es un homenaje a la explosión de creatividad que configuró el período de transición de un país reprimido y gris que dio paso a una España emergente y libre de pensamiento y expresión. Eran años donde se comenzaban a explorar temas como la pornografía, los roles de género y la homosexualidad. Supone también un paseo por el barrio madrileño de Malasaña, donde los jóvenes se reunían en salas como Rock-Ola, El Sol, La Vía Láctea, Carolina y El Penta para escuchar música en vivo, ver proyecciones de cortos y disfrutar de improvisadas exposiciones de pintura en las paredes.

El hijo predilecto de la Movida pasó a ser Pedro Almodóvar, la figura más conocida en Londres. Así, sus primeras películas, como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), reflejan el espíritu de aquellos días. Pero también hubo otros destacados cineastas como Fernando Trueba, Fernando Colomo e Iván Zulueta.