«Sorolla decía que era complicado pintar en Galicia por sus verdes»

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

MARCOS MÍGUEZ

Blanca Pons Sorolla, bisnieta del pintor, elogia la exposición inaugurada ayer en la Fundación Barrié y evoca sus obras gallegas

05 nov 2016 . Actualizado a las 11:42 h.

La exposición Sorolla. Tierra adentro, que puede verse desde ayer en la sede de la Fundación Barrié de A Coruña, «es muy diferente a lo que el espectador está acostumbrado», decía ayer el presidente de la entidad, José María Arias Mosquera. En ello coincidía Blanca Pons Sorolla, bisnieta del pintor, tras comentar que en la muestra no está ninguno de los cuadros que pintó en Galicia: «Estamos hablando de una exposición tierra adentro precisamente para presentar esas obras. A mí me parece que es importantísimo este tipo de exposiciones y que la gente sepa valorar estas obras que tienen tanta calidad o más que las de mar. Todo lo que pintó en Galicia es con la ría de Arousa de fondo.

-Dijo la directora del Museo Sorolla, Consuelo Luca de Tena, que el pintor admiraba los colores de Galicia, su delicadeza, porque estaba acostumbrado a otros más fuertes...

-Una de las cosas que decía Sorolla, sobre todo la primera vez que vino, es que pintar en Galicia era muy complicado. Decía siempre que pintar verdes era muy difícil porque fácilmente uno puede estar pintando lechugas. Y esto se lo está contando a su mujer y a Pedro Gil, personas con las que no tiene que aparentar nada.

-A Galicia vino a pintar con su familia y por eso no tenemos cartas contando lo que hacía, como ocurre cuando está solo...

-Venía con su mujer para escapar del calor de Valencia y estuvo, sobre todo, en Vilagarcía. Pero él distinguía perfectamente los colores de Galicia, de los del País Vasco o Asturias.

-Parece que refunfuñaba cuando la lluvia le impedía pintar.

-Porque él estaba siempre pintando o dibujando. El cuadro que pintaba con la luz de la mañana era distinto al que pintaba al atardecer o al mediodía, cada uno tenía su momento.

-¿Sigue trabajando en ese catálogo razonado del artista?

-Sí, esa es mi vida. Con la crisis se frenó un poco porque yo necesito personas que me ayuden. La obra de Sorolla es muy amplia y, aunque parezca mentira, siguen apareciendo cosas. No solo obras que no se sabía dónde estaban pero de algún modo estaban documentadas sino también obra indocumentada. Siguen apareciendo porque Sorolla tiene una producción enorme y vendió en España, en Europa, en América, y regaló mucha obra.

-Hace dos o tres años decía usted que tenía documentadas más de mil falsificaciones...

-Ya estamos por las dos mil, si bien hay que distinguir entre lo que es una falsificación, una falsa atribución o una atribución equivocada. A Sorolla ya se le falsificó en vida. Hay una carta en el Museo Sorolla que le escribe su suegro, en 1889, cuando él, que se halla en Italia, está recién casado. Le cuenta que ha ido a ver la venta de los bienes por una quiebra porque le habían dicho que entre ellos había un Sorolla. Era un estudiante con una gorra en la mano, una obra de gran formato que el suegro nunca le había visto pintar. Y es que el cuadro tenía una firma que era apócrifa.