El Leiro más íntimo, protagonista en el Festival Raindance de Londres

rita álvarez tudela LONDRES / E. LA VOZ

CULTURA

Un documental del ourensano Aser Álvarez presenta facetas poco conocidas del escultor

03 oct 2016 . Actualizado a las 17:24 h.

El documental Sísifo Confuso. Traballos e días de Francisco Leiro del director Aser Álvarez puso ayer el broche de oro en la clausura de la XXIV edición el Festival Raindance en Londres, donde participó en la sección oficial. A la presentación en los Cines Vue en Picadilly Circus, acudió Álvarez, quien reconocía «la sorpresa tan grande» que supone esta presentación internacional tras estar tres años trabajando con Leiro entre sus talleres de Cambados, Madrid y Nueva York.

La idea del documental se remonta a un día en el que Leiro estaba picando una pieza de mármol y su ayudante tocaba un instrumento para una secuencia del documental 100 % CEF, una biografía de Celso Emilio Ferreiro. «Lo vi muy suelto, diciéndome que teníamos que hacer esto más a menudo», cuenta Álvarez. A partir de ahí comienza un trabajo de ganarse su confianza, de convencerlo de que podían hacer algo muy interesante, sin que se sintiese incómodo ni hacerlo teórico.

Leiro acostumbra a dar una imagen de artista tímido, pero Álvarez consigue con su equipo adentrarse hasta la cocina y nunca mejor dicho. Le acompaña comiendo pescado, pero también a elegir piezas de mármol negro en la cantera de Campo Lameiro, a visitar galerías en Nueva York, al traslado de sus piezas de Galicia a Madrid o a la inauguración de una de sus exposiciones. De hecho, consigue que el escultor se olvide de la presencia de la cámara y eche una pequeña siesta en la que, cómo no, sueña con su querida Cambados.

En el documental solo hay dos pequeños fragmentos de una entrevista a Leiro, pero lo que sí queda claro es el trabajo físico brutal del artista, con jornadas muy exigentes y donde la reflexión y el dibujo son una tónica constante. A ello se une la aportación de Lucia Martínez, gallega residente en Berlín, quien consigue con sonidos grabados durante la fiesta del fin de rodaje, una banda sonora donde las esculturas de Leiro hablan por sí solas. Le da así la razón al cineasta francés Robert Bresson, quien decía que los ruidos se pueden convertir en música. 

«Un hombre tímido»

Durante el turno de preguntas al finalizar la proyección, Álvarez cita como una de las personas clave a Lois Codias, quien preparó un documento en el que le explican al director que se quieren centrar en su trabajo. Entre los asistentes a la proyección, en la segunda fila se encontraba Adela, hija de Leiro, que no podía evitar la emoción. «Creo que es muy objetivo con la personalidad de mi padre, es muy tímido y estoy segura de que no le gustan algunas escenas, pero creo que hace un fiel reflejo de su trabajo», comentaba orgullosa.

La visita a Reino Unido supuso el regreso de Álvarez a la que fue su casa en el 2000, cuando cursó un año Erasmus mientras estudiaba Política en Cardiff y después trabajó unos meses en Bristol. «Empezamos a grabarlo sin saber muy bien cómo iba a terminar todo esto. Fue un proceso de investigación, de ver cómo trabajaba Leiro. Estar cerca de sus lugares de trabajo», explicaba, felicitándose de que una apuesta tan arriesgada haya tenido un final feliz.

Ahora se encuentra en plena producción de la segunda parte del documental para el programa Imprescindibles de Televisión Española. Estará basado en un diálogo entre el escultor vasco Txomin Badiola y el gallego en la sala de exposiciones de la galería Marlborough en Madrid, que se llamará El purgatorio de Francisco Leiro.

Dos maestros de la escultura española actual frente a frente. Desde el respeto mutuo y donde Badiola alaba el trabajo de Leiro como «el último superviviente de una época heroica de la escultura, de una forma de trabajar que ya casi no existe por el esfuerzo físico que requiere, pero que en su caso además se combina con un intenso y constante proceso reflexivo».

Charlarán sobre la naturaleza de la escultura, de la necesidad de aprovechar lo inesperado, de las diferentes técnicas, la búsqueda de soluciones para las esculturas y viendo casos propios. Todo ello en un plano secuencia, que también tendrá grabaciones en el estudio de Leiro en una antigua cochera en Madrid, con una luz prodigiosa.