El hito pop de Kylie Minogue

Javier Becerra
Javier Becerra RETROALIMENTACIÓN

CULTURA

25 sep 2016 . Actualizado a las 18:22 h.

Han pasado quince años ya del lanzamiento de Can't Get Out Of My Head, el single que hizo inmortal a la australiana Kylie Minogue. Era requeteconocida antes. Pero ahí se convirtió en un icono eterno. Se abría el siglo XXI, la música fluía por Internet y la industria del disco avistaba el cataclismo. En ese cambio de ciclo, la cantante se sacó de la manga un bocado absolutamente irresistible.

Can't Get Out Of My Head es el Be My Baby de la era digital. Una canción definitiva y la sublimación del pop como amplificador colectivo de las emociones individuales. Hipnótica y sensual, se presenta como un sintético medio tiempo. Musica la pulsión del deseo y cómo este se convierte en dulce obsesión con su voz robótica y percusiva. Kylie se coló en la mente de medio mundo. Una vez dentro, dijo: «Lalalá, lalala, lalalá, lalala». Pero con una cadencia muy particular. Apenas encima del gemido, fundía maliciosamente los fonemas ele y ene.

Se encontraba ahí, en su ADN, New Order, Kraftwerk y Madonna. Pero, sobre todo, la suave catarsis de ese «set me freeeee» cantado al ralentí, como si un haz de luz envolviera al oyente. Todo ello acompañado de un videoclip en el que surgía como la más fascinante criatura pop del momento. El resultado fue el previsible. Amor total por una canción que quince años después sigue i-rre-sis-ti-ble. Como el primer día. Sin una arruga. Compruébenlo.