-«Petaloso» (con muchos pétalos) no entró a formar parte del vocabulario italiano, ¿qué debe tener una palabra para lograrlo?
-Solo el tiempo lo establece, hay que ver si esa palabra es necesaria y si se usa. La academia recibe muchas cartas de niños y escuelas para incluir palabras y siempre se contesta. En este caso es una palabra correcta morfológicamente, alegre y bonita. Matteo Renzi la utilizó en una conferencia de prensa en relación a un proyecto que presentaba, y como hay una necesidad de optimismo en este momento de crisis fue una palabra en la que muchos se vieron reflejados. De hecho, se había descubierto antes, ya que un botánico del siglo XVII que había escrito un tratado hablaba de una flor exótica que venía en los barcos de la Compañía de las Indias y la llamó flor petaloso. Para incluir una palabra, además del hecho de ser correcta, tiene que ser también necesaria y que permanezca en el tiempo.
-Con esos criterios muchas palabras en desuso deberían salir del diccionario.
-Cierto, pero los diccionarios tienen una faceta comercial y no quieren excluir palabras porque es un prestigio decir: el mío tiene miles de términos. La RAE, por ejemplo, hace un diccionario, pero la Crusca no, lo hizo hasta 1923 y se interrumpió en la o porque Mussolini lo encargó a otra academia que llegó a la c, ya que se acabó con el fascismo. Ahora estamos de nuevo en este proyecto.