En la Gloria de la Fuertes

Ana Abelenda Vázquez
Ana Abelenda SESIÓN GOLFA

CULTURA

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizá conozcan al pulpo mecanógrafo, a la gata Chundarata y a la araña de España que no pica ni araña pero sabe bailar. Si es así, vivirán como yo en la Gloria de la Fuertes. En un feliz desacato de las normas más bobas de lo que suele llamarse mundo real, el que se conforma en la simpleza de los hechos. Hay más. Para ver el latido de la vida no basta con mirar. Hay que estar en la Gloria de la Fuertes. Algunos dirán que la poeta de los niños murió hace años, yo me la veo hoy por Facebook divertida y centenaria. Blackie Books, contraseña mágica de la industria editorial, prepara una antología para celebrarlo recuperando episodios de su vida, los que han quedado más difuminados por el tiempo o el filtro displicente de la mirada machista. Su voz fue silenciada. Pero suena aún. Yo aún recuerdo ese pudor, el de querer mucho a la Fuertes de niña, como una madre antigua y asustada. Si ellos reían con Ibáñez, yo en mi Gloria con complejo de aprendiz. «No sé quién soy, ni qué seré, ni lo que he sido. ¡Y me han besado! ¿Quién habrá sido?». Hay una cometa blanca de poemas que el tiempo no se llevó. Libros que, al abrirlos, voilà la infancia, ese gusto a lápiz roto, sal, pan, naranjas, sudor y extravagancia a lo Fuertes. El dragón tragón sigue ahí. Vela mi sueño. Defiende la Gloria de la Fuertes, para todos los niños que están por venir.