La música de los países celtas da vida a las calles de Ortigueira y al bosque de la playa de Morouzos

a. cuba ORTIGUEIRA / LA VOZ

CULTURA

ÁNGEL MANSO

El sonido de la banda bretona Bagad Bro Deger cautivó a paseantes y vendedores ayer a mediodía en la Alameda ortegana

16 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El sonido de la banda bretona Bagad Bro Deger cautivó a paseantes y vendedores ayer a mediodía en la Alameda ortegana. La música de los países celtas da vida estos días a las calles de Ortigueira y al pinar de la playa de Morouzos, «el bosque mágico» que atrapó a Nacho, madrileño, ya devoto del Festival Internacional do Mundo Celta. Miles de folkies se mueven por la villa, muchos lo hacen de memoria y otros se guían por los veteranos. «Lo mejor es el buen rollo», comentaban ayer Julián y María, madrileños, como tantos. La acampada gratuita, a pie de arenal, también ayuda. «E a música, que é moi guai», apunta Laura, ourensá. Anoche, la explanada del puerto se llenó para seguir a la Escola de Gaitas de Ortigueira, los fundadores del Mundo Celta, emblema cultural de la localidad. El arranque musical de esta noche tendrá acento bretón (Bagad Bro Deger) y después regresará al escenario Susana Seivane. «Este concerto vai ser especial», vaticinó hace unos días. Asistirá incluso su abuelo, Xosé Manuel Seivane, y la acompañará la Escola de Gaitas de Ortigueira. La «gran» noche del sábado se despedirá con sabores irlandés, con los jóvenes músicos de la banda Fullset, y bretón, de la mano del grupo Doolin, que mezcla folk, pop-rock, jazz y funk. Festivaleros y vecinos se zambullen sin red durante este largo fin de semana en el universo celta.