Fernando Rueda recrea en «El dosier del Rey» las maniobras para favorecer la transición

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Sandra Alonso

Mikel Kejarza, «El Lobo», regresa a la vida en una trepidante historia de espionaje ambientada en la España de 1980

20 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mikel Lejarza, El Lobo, regresa a la vida en las páginas de El dosier del Rey, una trepidante historia de espionaje en la que Fernando Rueda atrapa al lector hasta hacerle confundir lo real con lo inventado. El escritor, que ya utilizó este personaje en El Regreso del Lobo, ambienta la nueva aventura en la España de 1980, en plena transición española. «Era un momento, en el que las personas estaban preocupadas por otras historias, pero, en cambio, en las alcantarillas se producían maniobras para propiciar la transición», apunta Rueda. «Un momento que es el resultado del deseo del propio dictador y de la Administración norteamericana para que sea el príncipe Juan Carlos quien lleve el país hacia la democracia», explica.

En El dosier del Rey, Lejarza, con un nuevo aspecto tras varias cirugías estéticas, debe atrapar a una doble agente alemana, y evitar que se descubra el contenido de un dosier sobre el Rey, en el que se «demuestra» su participación, la de los servicios secretos españoles, de la CIA y de la Administración norteamericana para «favorecer» la transición democrática en España.

El encargado de la presentación de la novela, ayer en la librería Cronopios de Santiago, fue el periodista Ernesto Sánchez Pombo, que «interrogó» a Rueda, experto en espionaje. El público pudo conocer así anécdotas de la vida de Lejarza, «un infiltrado en ETA con unos resultados demoledores para la banda»; así como su versión sobre el papel de los servicios secretos en hechos históricos como el atentado de Carrero Blanco, el 23 F, y los más recientes del atentado del 11-S o los del 11-M de Madrid.