La mujer que sufre pero no llora

miguel anxo fernández

CULTURA

La «Julieta» de ahora es almodovariana 100 % y quizá se traiga premio de Cannes, pero eso no implica que rebose plenitud y remueva sentimientos

18 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Almodóvar se le espera preparado con la katana y convendría preguntarse qué habrá hecho el manchego para merecerse eso (más allá del tropiezo puntual de Panamá...). Atribuirlo a un país Caín sería lo fácil. O al tercero de los capitales, la envidia, tan española, eso sí. Pero no aguarden a este crítico en ninguna trinchera contra el director de Todo sobre mi madre (1999) y Hable con ella (2002), quizá sus dramas más intensos, además de cineasta en plena madurez pese al trompazo de Los amantes pasajeros (2013). La Julieta de ahora es almodovariana 100 % y quizá se traiga premio de Cannes y otros varios (Emma Suárez se lo merece), pero eso no implica que rebose plenitud y remueva sentimientos. Salí de la sala sin que una sola de mis fibras se hubiese meneado, aun reconociéndole coherencia autoral a su propuesta, que se extiende a una puesta en escena impecable con la complicidad del fotógrafo francés Jean-Claude Larrieu, la música tonal de Alberto Iglesias y al conjunto de su dirección de Arte.

Pero el casting secundario tiene algún problema de brocha en pared, comenzando por esa Marian fisterrana a la que viste Rossy de Palma y el mariñeiro Xoán de Daniel Grao, que en su vida subió a una dorna. Que vale, que esto no va de Galicia (secuencias rodadas en Redes, Ares y Mugardos), pero son gruesas. La trama se centra en el dolor por la pérdida, con guion propio sobre varios relatos de Alice Munro, exigiendo a sus criaturas la emoción del silencio (Silencio era su título de rodaje). A su tremenda tristeza, Almodóvar le impide lágrimas, simplemente aflicción, y con ello se distancia del patio de butacas. Uno puede entender el dolor de Julieta, pero nos queda muy lejano. Otra cosa es que los resortes del drama a lo Douglas Sirk se muestren visualmente portentosos. ¿Y si el problema está en vivir de espaldas a la realidad? Difícilmente puedes reinterpretarla si no la vives en el día a día. El autor en su burbuja. Por eso algunos personajes hablan como hablan y reaccionan como reaccionan. Pero es su opción y como tal, respetable.