The Rolling Stones conquistan en Cuba la última frontera del rock

Natasha Vázquez LA HABANA | E. LA VOZ

CULTURA

Cientos de miles de personas disfrutaron durante dos horas y media del primer concierto en La Habana de los británicos

27 mar 2016 . Actualizado a las 17:31 h.

Una verdadera revolución provocaron en La Habana los Rolling Stones con su concierto gratuito en la Ciudad Deportiva. Más de 300.000 cubanos de todas las edades y tendencias musicales se congregaron desde temprano para presenciar un espectáculo sin precedentes por estas tierras.

El joven Víctor, de 19 años, tuvo que sortear los mil y un obstáculos del transporte público para llegar desde la noche anterior junto a sus amigos de Placetas, a más de 300 kilómetros. «Vinimos en botella [autostop] y aún no sabemos cómo regresaremos, pero esto no nos lo podíamos perder, es histórico ver una banda internacional como esta en mi país; los Rolling son una leyenda», aseguró. Para muchos otros, la espera fue mayor. «Llevo medio siglo soñando este momento», decía Pedro Gómez, un hombre de 63 años que a pesar de sus canas aún conserva algo de la pinta de roquero, minutos antes de que sus Satánicas Majestades subieran a escena.

Se trataba de la primera vez que se pudo ver en la isla a músicos de esta magnitud. Las estrellas del rock o el pop han estado siempre ausentes de los escenarios locales, al punto que a veces los cubanos no somos capaces de imaginarlos como personas de carne y hueso.

«Hola, Habana; buenas noches, mi gente de Cuba», rompió el hielo Mick Jagger en español, ante un público que se rendía a sus pies aun antes de comenzar. Arropados por un despliegue de tecnología, en el mayor escenario construido en el lugar para una presentación en vivo, con equipos de audio ultramodernos de 1.300 kilos, ocho repetidores, y siete pantallas gigantes, los Stones hicieron de este uno de sus mayores conciertos en la última década. «Es lo más grande que me ha pasado en la vida», repetía emocionada entre canción y canción Josefina, una vieja roquera que ha transmitido su amor por esa música a su nieta Sailiam, que la acompaña.

«Yo pensé que moriría sin ver un evento de esta magnitud en Cuba», aseguraba el productor Boris Crespo, de 52 años. «Cuando estaba en secundaria esta música ya no estaba prohibida, pero tampoco se promovía, solo los chicos malos -evocaba- la escuchaban». Y es que los Rolling representan hoy la reconciliación de los propios cubanos con un pasado que sufrieron los roqueros de hace más de 40 años, cuando escucharlos, a ellos, a los Beatles o a cualquier grupo que cantara en inglés se consideraba «desvío ideológico».

«Los tiempos están cambiando»

«Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba, pero aquí estamos. Pienso que los tiempos están cambiando», dijo Mick desde el escenario y el público le aplaudió a rabiar. «Es una manera de hacer justicia», declaró a La Voz el músico Eddy Escobar, alguien que no se amilanó en los tiempos malos y dirige hoy su banda de rock. «Los Beatles, por ejemplo, hablaban de paz y amor todo el tiempo y aquí les tomó años darse cuenta que era lo mismo que pregonaban ellos. Tal vez esta es una puerta que se abre para otras bandas y para los roqueros cubanos; espero -reclamó Escobar- que las autoridades presten más atención al rock a partir de ahora y esto sea el inicio de algo más».

En eso coinciden otros músicos cubanos reconocidos, que por unas horas dejaron de ser estrellas para convertirse en fans y asistieron emocionados al espectáculo de estos sus iconos. «Es una bendición que los Rolling puedan abrir un camino para el rock and roll cubano, tan jóvenes y tan viejos», afirmó el cantautor Carlos Varela a la agencia Prensa Latina.

El propio Mick devolvía los elogios. «Gracias, Cuba, por toda la música que le has regalado al mundo», clamó ante el auditorio delirante.

«It?s Only Rock ?n Roll», coreaba la multitud, pero lo cierto es que este concierto fue mucho más que eso. «Es un nuevo comienzo, un renacimiento que va más allá de la música», decía Crespo, mientras concluía sus labores de producción para una cadena internacional que no podía dejar de hacer la cobertura de estos días para recordar. «Ha sido una semana histórica, Obama y los Rolling, dos eventos como estos, es más de lo que los cubanos podíamos soñar», aseguró.

«(I Can?t Get No) Satisfaction», cantaba Mick, mientras el público solo replicaba: «Satisfaction», cual banda sonora del cambio.