Con uno de los fondos más interesantes de pintura gallega contemporánea, el centro de O Castro en Sada ofrece de manera excepcional visitas guiadas en Semana Santa
20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El museo Carlos Maside, situado dentro del complejo de la fábrica Sargadelos O Castro en Sada, abrirá al público durante las vacaciones de Semana Santa y ofrecerá visitas guiadas a una de las colecciones de pintura gallega contemporánea más interesantes de la comunidad. Así, desde mañana y hasta el próximo domingo, todo aquel que quiera visitar el museo puede unirse a los recorridos organizados que se llevarán a cabo excepcionalmente desde las doce del mediodía hasta las dos de la tarde. El jueves, viernes y sábado santo también habrá visitas guiadas por la tarde, de 17.00 a 19.00 horas.
Durante el recorrido, los visitantes podrán admirar la pintura del artista de Pontecesures. La colección de Sargadelos atesora cerca de 150 obras de Maside: «Tenemos un fondo de archivo que rota y una de las funciones es su promoción», asegura José Luis Vázquez, director del museo. Además, nada más entrar en el edificio, el visitante se encuentra con una de sus obras más representativas, A muiñeira: «En su estancia en París contacta con las corrientes contemporáneas de la época y se puede apreciar la ruptura con la pintura gallega de entonces, mucho más academicista», explicó Vázquez, que destaca la iniciativa de Luis Seoane por fundar este museo. En la exposición también se pueden admirar obras de Laxeiro, de Arturo Souto y de Castelao, entre otros. Destaca el elevado número de grabados del autor de Rianxo que se encuentran expuestos, así como las máscaras realizadas por el propio autor para la representación de la obra Os vellos non deben de namorarse. No faltan tampoco pinturas de Colmeiro, Maruja Mallo, Asorey, Eugenio Granell y Urbano Lugrís, entre otros. Por no hablar de que queda patente la estrecha relación que Luis Seoane mantuvo siempre con Sargadelos. Prueba de ello es que además de varios cuadros del artista coruñés, también se encuentran numerosos grabados y los bocetos que, junto con Isaac Díaz Pardo, fundador también del museo, realizó para el diseño de las conocidas jarras medievales.
El edificio hexagonal, de Andrés Fernández Albalat, también merece mención especial, aunque tiene en la actualidad problemas de humedades, fruto del letargo que sufrió la empresa de cerámicas y que acaba de salir del concurso de acreedores.