Oscars 2016: Iñárritu o la insólita hegemonía mexicana

H. J. PORTO REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Todos los nominados
Ayerra, L. Placer

Si la favorita «El renacido» obtiene el Óscar al mejor filme serían ya tres años de dominio latino

28 feb 2016 . Actualizado a las 22:57 h.

Los Oscars ponen en evidencia que, a este paso, el único enemigo en Hollywood digno de Alejandro González Iñárritu será el propio Alejandro González Iñárritu. Es decir, su capacidad para progresar o, al menos, no malograrse. El año pasado el cineasta mexicano barrió a sus rivales -dos cintas de altura, Boyhood y El gran hotel Budapest- y se hizo con cuatro estatuillas. La comedia Birdman logró las de mejor película, director, guion original (un-todo-Iñárritu) y fotografía (para Emmanuel el Chivo Lubezki). Sucedía en el trono de la realización a otro mexicano, Alfonso Cuarón, que en el 2014 mereció este reconocimiento por Gravity, donde también Lubezki triunfó por la dirección fotográfica [¡ojo con la cámara del mexicano!, que esta noche, si Roger Deakins (Sicario) no lo impide, podría llevarse con El renacido su tercera estatuilla consecutiva y reivindicarse como una de las mejores de su tiempo, si no lo es ya].

La hegemonía de los espaldas mojadas podría rozar en esta 88.ª edición de los Oscars lo insultante, dicho irónicamente después de aquel chascarrillo de Iñárritu en la ceremonia del año pasado: «¡Dios!, quizá el Gobierno de EE.UU. imponga alguna penalización migratoria a la Academia, porque dos mexicanos seguidos ganando resulta asunto sospechoso». En realidad, daba réplica al chiste políticamente incorrecto -una torpeza que desató no pocos rechazos e incendió las redes sociales- de su amigo Sean Penn al proclamarlo vencedor en el apartado del filme: «¿Quién le dio a este hijo de perra su permiso de residencia?».

Desde el 2010 (Kathryn Bigelow por En tierra hostil) no hay un director ganador de Oscar estadounidense. La ofensa nacional sería de un calado mayor si Iñárritu se alza de nuevo con la estatuilla del realizador con El renacido, tras vencer con Birdman en el 2015. Igualaría a una gloria intocable de la patria: John Ford, único que obtuvo el Óscar en esta categoría dos años consecutivos: Las uvas de la ira (1940) y ¡Qué verde era mi valle! (1941).

El nuevo trabajo de González Iñárritu, El renacido (The Revenant), parte como gran favorito con sus doce nominaciones, que incluyen película, director, actor principal (Leonardo DiCaprio), actor de reparto (Tom Hardy) y fotografía (Lubezki). A priori, por el número de candidaturas, solo está en disposición de plantear batalla -la expresión no puede ser más apropiada- con su decena de nominaciones la ruidosa Mad Max, furia en la carretera, y que, aunque disputará las categorías de mejor película y director (el veterano padre de la criatura en origen, George Miller, allá por 1979), visto lo ocurrido en los pasados Globos de Oro -otorgados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood-, donde la cinta del australiano se fue humillada, su espacio podría quedar reducido a los aspectos técnicos. El renacido, en cambio, se llevó los premios de mejor película, director y (para DiCaprio) actor dramático. El largometraje de Iñárritu, basado en acontecimientos reales históricos, relata la peripecia, a comienzos del siglo XIX, de Hugh Glass, un explorador al que abandona cobardemente su expedición tras sufrir graves heridas en el ataque de un oso. Su ansia de venganza es un feroz motor que lo lleva a sobrevivir y recuperarse de sus lesiones en una auténtica odisea, entre un terrible invierno y la permanente amenaza de los indios.

A sus 41 años, DiCaprio mereció el reconocimiento del sindicato de actores por su recreación del trampero, por lo que, todo apunta, se erige como favorito para hacerse por fin, en su quinta nominación, con la estatuilla. Si los Bafta (los Goya británicos) se rindieron a El renacido -mejor película, director, actor, fotografía y sonido-, los premios del sindicato de actores (en su 22.ª edición) concedieron sin embargo el galardón al mejor reparto a Spotlight, de Thomas McCarthy, que podría alzarse como mejor película. El viernes El renacido se llevaba en París el César a la mejor película extranjera.

Solo la flagrante ausencia de Carol, la maravilla filmada por Todd Haynes sobre el relato de Patricia Highsmith, empaña la fiesta preparada para Iñárritu. Para Carol han dejado la aspiración de las estatuillas a la mejor actriz protagonista (Cate Blanchett) y de reparto (Rooney Mara), más allá de guion adaptado, banda sonora, fotografía y vestuario.

El diseñador de vestuario Paco Delgado, único español en liza

El cine español pasará de puntillas por la edición número 88 de los Oscars, en cuya gran noche solamente estará como nominado el diseñador lanzaroteño Paco Delgado, candidato a la estatuilla al mejor vestuario por su trabajo para La chica danesa, filme del realizador británico Tom Hooper. Con el mismo cineasta ya aspiró Delgado al galardón hollywoodiense al vestuario, por la adaptación cinematográfica que Hooper firmó de la novela de Víctor Hugo Los miserables.

Más allá de que Antonio Banderas o Javier Bardem o Penélope Cruz o Paz Vega, u otro, sean convocados para la entrega de la estatuilla de alguna de las candidaturas, poca presencia española se verá esta noche en la tarima el teatro Dolby de Los Ángeles.

Eso sí, al menos un gallego, el joven compositor compostelano Nico Casal (1985) estará muy pendiente de la apertura del sobre de la categoría del cortometraje de ciencia ficción, ya que él ha puesto la música a Stutterer, una pieza de factura británica que ha sacado adelante en Londres con otros cinco amigos, sin cobrar y con un módico presupuesto de 6.600 euros.

Por último, la animadora digital madrileña Ana Pérez López integra el equipo del filme Last Day of Freedom, dirigido al alimón por Dee Hibbert-Jones y Nomi Talisman y que opta a la estatuilla en el apartado del mejor corto de carácter documental.

El cómico negro Chris Rock conduce una gala boicoteada por actores y artistas de color

La sombra de la polémica sobrevuela el teatro Dolby de Los Ángeles, donde se entregarán los Oscars. Desde hace semanas el debate se ha desbordado: Hollywood no trata igual a los negros que a los blancos. El hashtag #OscarsSoWhite [Óscars demasiado blancos] revolucionó Twitter tras las nominaciones: no había un solo actor de color entre los candidatos. Es un clamor la ausencia del intérprete británico Idris Elba, por su rol protagonista en el filme Beasts of No Nation, dirigido para Netflix por Cary Joji Fukunaga -que realizó la primera temporada de la serie televisiva True Detective-. Tampoco ha gustado que la cinta Straight Outta Compton no figure en la nómina de aspirantes al premio a mejor película. El propio Samuel L. Jackson podría ser un dignísimo candidato a mejor actor secundario por su papel en Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino. Esta tesis ha llevado a que algunos hayan anunciado que boicotearán la gala con su incomparecencia -el popular actor Will Smith, y su esposa Jada Pinkett, el director Spike Lee, entre ellos- y que otros, como George Clooney, hayan salido públicamente en su apoyo.

Pues bien, en este enrarecido ambiente, un cómico negro, actor, guionista, productor y director de cine, Christopher Julius Rock III, más conocido como Chris Rock, habrá de conducir esta noche la gala de los Óscars, una labor que ya desempeñó hace más de un decenio, en el año 2005. Entonces su actuación no fue un éxito arrollador, podría decirse; es más, su humor no mereció la respuesta empática del público (sus compañeros) y tampoco convenció a la crítica televisiva. Habrá que ver cómo sale del paso con el asunto de los boicoteadores y el trato discriminatorio de la Academia.

La industria

También ha habido quien, como Michael Caine, ha dicho que no se pueden hacer cuotas y votar a alguien solo por ser negro, y que quizá sea un problema de la industria, que no da las mismas oportunidades. Y hay algo de verdad en ello. Como también es cierto que la Academia es conservadora. En 88 ediciones, la única mujer que ganó el Óscar a la mejor realización es Kathryn Bigelow. Carol, un relato sobre lesbianas, no ha sido bien tratada en las nominaciones. Y ahora la transgénero candidata a una estatuilla -Anohni, antes llamada Antony Hegarty, conocido líder de la banda Antony and the Johnsons- ha anunciado que también boicotea la alfombra roja porque no fue invitada a interpretar en la gala el tema por el que aspira al premio a la mejor canción original (conjuntamente con J. Ralph, Manta Ray, del filme Racing Extinction).