Luis García Montero. Ilustraciones: Juan Vida. Editorial Visor Poesía. 64 páginas. 18 euros
24 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Dice y repite la televisión que no fue un crimen. Las primeras investigaciones no han encontrado signos de violencia». Luis García Montero escribe de poesía, de esa cuya muerte anuncian en una televisión donde «todo lo repite y lo hace viejo a los once segundos». Tras cuatro años de silencio lírico, el escritor granadino publica esta balada que arranca con dicha necrológica y sigue: «Si nadie reclama su cadáver, la poesía será sometida al rito de la incineración». Y el bardo se viste con palabras para acudir al entierro: «Los adjetivos tienen el miedo de los perros abandonados. Las palabras respiran con dificultad. Los verbos carecen de entrada y salida». García Montero defiende la poesía, esa tantas veces tumbada en el ataúd y que él lleva escribiendo 35 años. Y camina hacia el funeral por algunas de sus ciudades de referencia: «Al doblar la primera esquina, me encontraré con los pies fríos de Nueva York. Después de la segunda esquina, preguntaré por Borges ante las manos cruzadas de Buenos Aires...». La poesía, sostiene el escritor, está más viva que nunca. Y prueba de ello es que García Montero ultima ya otro poemario, para el próximo año, que llevará por título Puerta cerrada.