El Gobierno niega improvisación en los actos del 4.º centenario de Cervantes

Miguel Lorenci MADRID / COLPISA

CULTURA

Luca Piergiovanni | Efe

La RAE y el PSOE denuncian dejadez y el ministerio defiende su planificación

29 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A tres meses del día D en la conmemoración del 4.º centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, el programa oficial de actos no está cerrado. Pero el Ministerio de Cultura, que ha tenido que escuchar críticas de escritores e instituciones como la Real Academia y el Instituto Cervantes, se siente incomprendido. Horas antes, el PSOE reprobaba al Ejecutivo de Rajoy por «intentar volver a enterrar a Cervantes ignorando el centenario» y registraba una iniciativa en el Congreso en la que pide explicaciones ante la ausencia de un plan que garantice el fomento y la difusión de la obra cervantina. Como réplica, el ministerio negó que se esté improvisando, que sea tarde, y se defendió de la andanada con otra. Asegura que se trabaja a buen ritmo y que presentará su programa de actos el 9 de febrero. Cuenta con 3,5 millones de euros para una batería de iniciativas que sigue perfilando, que incluirá «al menos 133 actividades importantes» de diversa índole. Un programa «descentralizado, participativo, innovador, libre y sin jerarquías» según el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

Tan osado, diferente y novedoso que quizá ha sido «incomprendido», insistió Lassalle, que salió al paso de unas críticas crecientes. «Hemos querido desarrollar un concepto de aproximación a la figura de Cervantes mucho más democrático, abierto y accesible», dijo destacando cómo para afrontarlo «se ha planteado una financiación no tradicional mediante deducciones fiscales que eviten al ciudadano tener que soportar directamente a través del erario público el coste del proyecto». Su pretensión es hacer algo «muy distinto» a lo que ha hecho el Gobierno británico con Shakespeare y su propuesta «jerarquizada y centralizada» y cuyo timón ha tomado el premier David Cameron. La apuesta española es «pedagógica y educativa» y se diseña «tras constatar que los españoles conocen a Cervantes pero lo han leído poco», sostiene Lassalle.

Detallan algunas de las actividades de «una gran y abrumadora programación que no es solo de espectáculo» y juzgan «doloroso» que se hable «de improvisación». Recuerda Lasalle que el Gobierno está en funciones y que no quiere «que parezca que se politiza la figura del escritor».

Aparte de los 3,5 millones, carece Cultura de una previsión sobre el gasto público de las instituciones implicadas. No puede precisar «aún» cuántas empresas se beneficiarán de la exenciones fiscales de hasta el 90 %, o qué ahorro supondría la asunción de gasto por parte de la iniciativa privada. Tampoco qué tendrá de novedoso el próximo 23 de abril, día de la entrega del Cervantes en Alcalá, más allá de que será «muy especial». No entiende Lassalle por qué las alarmas se han disparado en la RAE y en el Instituto Cervantes, ya que ambas instancias «tienen presencia en la comisión que certifica y calificar las actividades». ¿Ni Darío Villanueva ni Víctor García de la Concha, sus directores, han entendido bien su modelo? «No sé si no han comprendido bien o es una cuestión generacional, conceptual o de interpretación estratégica», contesta Lassalle. «La colaboración existe y hay una lealtad institucional por parte de estas beneméritas instituciones [...] No hay disrupción, porque hay una aprobación institucional tanto del Cervantes como de la RAE en la comisión ejecutiva», reitera Lassalle.

Cultura pone el acento en la internacionalización y la digitalización del legado cervantino y se señala que el pistoletazo salida será la «magna» exposición que dedique a Cervantes la Biblioteca Nacional en marzo. En que habrá ocho congresos y actos en todas las embajadas e institutos Cervantes del mundo. Pero no precisa más hasta que el día 9 la comisión en que participan tres ministerios y diversas instituciones «sancione el programa».

Apasionado, coqueto, impulsivo, resistente, extremadamente inteligente y positivo

Apasionado, impulsivo, coqueto, resistente y extremadamente inteligente. Así era Miguel de Cerbantes Saavedra. Con b. Y es que sus editores traicionaron al padre de la novela y lo convirtieron en Miguel de Cervantes. Ahora podemos conocer de su puño y letra el ADN del lúcido escritor, este hombre de armas y letras que ya hizo decir a don Quijote que «la pluma es la lengua del alma». Quedan desveladas sus emociones y su manera de ser gracias al estudio grafológico, paleográfico y ortográfico que se ha llevado a cabo sobre los once manuscritos autógrafos que se conservan y escribió entre los 34 y los 56 años. Los publica juntos por primera vez Taberna Libraria en una fabulosa edición facsímil que se presentó ayer en la RAE y que incluye varios ensayos. Se han impreso 1.616 ejemplares al precio de 592,31 euros, 616 con IVA, en sendos guiños al año de la muerte del padre de la novela. «Es el Cervantes hombre, del que apenas sabemos nada, el que se revela aquí», dice el estudioso José Manuel Lucía Megías. «Tenemos sombras, pinceladas y miles de páginas sobre el mito, pero apenas once páginas autógrafas escritas en sus 69 años de vida», apunta el catedrático. «Es en ellas donde está el ADN del hombre, no del personaje y del mito que triunfa en el siglo XIX gracias a Inglaterra, que certificó la excelencia de Cervantes antes que España», afirma.

Letra bastarda

Sabemos así que don Miguel fue educado en la caligrafía y la escritura de la letra bastarda, «la más prestigiosa en su época, frente a la redondilla», pero que era bastante descuidado en la ortografía. Así lo explica Elisa Ruiz García, catedrática de Paleografía, que analizó los 11 documentos y las 12 formas que se conservan del autor del Quijote. Todos son documentos burocráticos y están en la península, salvo tres, que fueron robados del archivo de Simancas y acabaron en EE.UU.

Es el estudio de la grafóloga Sandra María Cerro el que descubre al hombre: «Cervantes se revela como una persona de nervio muy vivo, muy dinámico, poco amante de la rutina, espontáneo, muy ágil mentalmente y muy creativo. Su pensamiento va siempre por delante de su pluma», sostiene Cerro. «No tiene nada de la triste figura con la que pasó a la historia su caballero andante. Así lo revela su escritura y su letra, con una constante tendencia ascendente. Vemos cómo se mantienen siempre el ánimo y el optimismo. Evidencia su gran capacidad de resiliencia, de reconstruirse ante la adversidad», resume.