La obra de Alexis de Tocqueville no ha perdido relevancia y su lectura continúa enriqueciendo la reflexión
30 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Han pasado casi dos siglos desde que el filósofo y aristócrata francés Alexis de Tocqueville (París, 1805-Cannes, 1859) sentó las bases de su pensamiento, pero una de las grandes disyuntivas que abordó, la difícil fricción entre igualdad y libertad, sigue muy viva. Y es que la obra de Tocqueville no ha perdido relevancia, y su lectura continúa enriqueciendo las miradas y la reflexión sobre la convulsa realidad de hoy (no lo fue menos la suya, desde la caída de Napoleón hasta la proclamación de la Segunda República).
De hecho, él operó de modo similar en sus análisis cuando marchó a estudiar el caso de América (y su democracia) para entender mejor lo que ocurría (y lo que estaba por venir) en Francia, escenario en donde se dilucidaba la lucha entre burguesía y proletariado. La lucidez de sus observaciones estaba pegada a la acción política -aunque su carrera no alcanzase la brillantez de su pensamiento-, no miraba los toros desde la barrera. El editor gallego afincado en Barcelona Roberto Ramos Fontecoba trae al español en su joven sello Página Indómita la antología de textos de Tocqueville preparada por Pierre Gibert. Una buena ocasión para afinar el debate sobre los límites entre orden y libertad que tanto pesa hoy sobre Occidente.