Hallan otro retrato de mujer debajo de la pintura de la «Mona Lisa» de Da Vinci

Gracia Novás REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Un científico francés, Pascal Cotte, sostiene que esto replantea el título del cuadro

09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De vez en cuando surge con fuerza renovada la tesis de que bajo la superficie de la Mona Lisa hay otras pinturas. Esta vez la insistencia llega de la mano del científico francés Pascal Cotte, el mismo que utilizó los escáneres multiespectrales de alta resolución de la sociedad parisina Lumière Technology -de la que es cofundador- para ayudar al profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford Martin Kemp a atribuir la autoría de La bella principessa -el retrato de Bianca Sforza, hija el duque de Milán- a Leonardo da Vinci. Ahora Cotte, tras más de un decenio dedicado a analizar la Mona Lisa (conservada en el museo del Louvre) asegura haber hallado -mediante tecnologías de luz reflexiva- una imagen debajo del mítico retrato cuya sonrisa ha cautivado a la humanidad durante los últimos 500 años. Hoy mismo expondrá sus descubrimientos y argumentos en un programa especial que emitirá esta noche el segundo canal de la BBC, según adelantó la propia televisión británica pública. La reconstrucción realizada por Cotte muestra otro retrato de una modelo mirando hacia un lado, y que, si bien presenta una línea similar al archiconocido, es totalmente distinto.

A pesar de que ha facilitado a los técnicos de Cotte el acceso a la obra original para su análisis, desde el 2004, el museo del Louvre de París declinó comentar las tesis de los investigadores escudándose en que no forma parte del equipo científico.

Pionero en la utilización del denominado Método de Amplificación de Capas [LAM, en sus siglas inglesas], con que estudió esta obra, Cotte afirma que este sistema puede desnudar un cuadro: «Podemos analizar lo que pasa dentro de las capas de pintura y pelar como una cebolla todas las capas de la obra», de tal manera, incidió, que les permite «reconstruir la cronología» pormenorizada de todo el proceso de creación. Gracias a la proyección de una serie de luces intensas sobre la pintura, una cámara toma las mediciones de las reflexiones de estas luces, a partir de las cuales se puede reconstruir qué hay entre las capas coloreadas.

Se piensa que el genio del Renacimiento trabajó en esta obra entre 1503 y 1517, cuando se hallaba en Florencia y después en Francia. Aunque el debate sobre la identidad de la joven sigue abierto, durante siglos se ha creído que se trata de Lisa Gherardini, esposa de un comerciante florentino. Cotte desafía ahora esta teoría al sostener que el retrato que reconstruyó es la citada esposa del mercader de sedas y que el que está a la vista sería, por tanto, el de otra mujer. Lo que, a su juicio, debe hacer que se replantee el título de la obra.

Asimismo, asegura que encontró dos imágenes más: un boceto de una cabeza con una nariz más grande pero con una boca menuda, y otra imagen al estilo de la madonna de los grabados de Leonardo con tocado de perlas.

Según recoge la BBC, estas afirmaciones han sido recibidas con desigual entusiasmo. Para el historiador de arte Andrew Graham-Dixon -responsable del filme documental que pasará esta noche la cadena pública, Los secretos de la 'Mona Lisa', en el que estudia los documentos históricos vinculados a las tesis de Cotte-, el hallazgo es un antes y un después, «una de las historias del siglo». Graham-Dixon no dudó en afirmar que esto supone un «adiós» a la Mona Lisa y augura que habrá «reticencias» por parte del Louvre para modificar el nombre del óleo.

Kemp: «'Mona Lisa' es Lisa»

Pero también los hay escépticos. El propio Martin Kemp, otrora aliado de Cotte -incluso recientemente cuando defendieron la autenticidad de La bella principessa-, consideró que la tesis es «insostenible». «No creo que haya unas fases mesuradas que representen distintos retratos. Lo veo más o menos como un proceso de evolución continuo. Estoy absolutamente convencido de que Mona Lisa es Lisa», zanjó.