La eterna secundaria de la música latina por fin brilló

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

CHRIS FARINA | Afp

La mexicana consiguió el jueves cinco Grammy Latinos, consagrándose así como una de las artistas clave del 2015

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En una de sus primeras canciones que sonaron en España, Natalia Lafourcade era clara: «En el 2000 busco un hombre de París, un cerebro inteligente que no se emborrache un viernes, ni un tonto loco que sea baboso ni un instinto animal que el sexo vuelva loco». Pero trece años más tarde, parece que aún no lo ha encontrado. Sin embargo, sus temas sobre relaciones desgastadas y amores no correspondidos han hecho mella en el mundo de la industria musical latina, que el jueves la consagraba como una de las artistas más importantes del momento tras recibir cinco premios Grammy Latinos; dos de ellos el de Mejor Canción y Mejor Grabación del Año.

«Cualquier cosa que nos duele se puede transformar en momentos hermosos compartidos con amigos». Sin duda, esta mujer que ha cicatrizado heridas en forma de nuevos discos sabe de lo que habla. El álbum con el que el jueves venció a Alejandro Sanz, Ricky Martin o Miguel Bosé, Hasta la Raíz, la artista lo define como «una vuelta a la vida» después de una relación truncada: «La música se convirtió, de nuevo, en mi mejor terapia, volví a sentir cosas maravillosas en el proceso de creación», afirma.

Esta mexicana de 31 años ha tenido que ser paciente y esperar a que su quinto disco saliera a la luz para darse a conocer al gran público. A pesar de permanecer en un segundo plano durante casi tres lustros, sus inconfundibles giros vocales no pasaron inadvertidos para artistas de la talla de Juanes, Miguel Bosé o Leiva, que apostaron por ella para que les acompañara en algunas de sus canciones. Pero al fin, el jueves en Las Vegas todos se rindieron a sus pies, y por sus propios méritos. Durante la gala de los Grammy Latinos Natalia tuvo una noche casi redonda. Casi. Y es que Juan Luis Guerra es mucho Juan Luis Guerra, y cuando todo hacía presagiar que Lafourcade también se llevaría el gramófono al Álbum del Año, el dominicano se lo arrebató con -como si de una profecía se tratase- Todo Tiene su Hora.

La música española tuvo un papel destacado en la ceremonia más importante de la música latina, pero menos que en ocasiones anteriores: Alejandro Sanz consiguió hacerse con uno de los galardones más relevantes, el de Mejor Álbum Vocal Pop, y Enrique Iglesias, acompañado por Nicky Jam, consiguió el premio a Mejor Interpretación Urbana por su canción El Perdón. La suerte, sin embargo, no estuvo del lado de Miguel Bosé que, nominado en tres categorías, se fue con las manos vacías.