Ricardo de la Cierva, el historiador que vio a Franco como impulsor predemocrático

De ilustre raigambre, historiador, escritor, crítico literario, político, Ricardo de la Cierva murió ayer en Madrid a los 89 años. Catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Alcalá, doctor en Ciencias Químicas, periodista y diputado por UCD, Ricardo de la Cierva y Hoces, nacido en 1926, era nieto de Juan de la Cierva y Peñafiel, ministro de Alfonso XII, y sobrino de Juan de la Cierva, inventor del autogiro. De la Cierva, que se definía como «anticomunista, antimarxista y antimasónico», como recuerda Efe, era autor de Francisco Franco, un siglo de historia, Bibliografía general sobre la guerra de España, Historia del franquismo, Mártires de Paracuellos o La historia se confiesa, entre otros muchos títulos. Su obra fue una construcción dirigida a legitimar el franquismo como régimen predemocrático (incluso la Guerra Civil la interpretaba como avance hacia las libertades). Con 1939. Agonía y Victoria logró en 1989 el premio Espejo de España de Planeta, una decisión muy polémica porque el entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica, y el historiador Javier Tusell, en el jurado, decidieron abandonarlo al considerar la obra como una apología del bando nacional en la Guerra Civil.

En 1964 ingresó en el Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo y dirigió el Gabinete de Estudios de Historia Contemporánea de ese ministerio hasta 1971. Entre 1973 y 1974 fue director general de Cultura Popular de ese ministerio.

Se presentó a las elecciones generales de 1977 y fue elegido senador por Murcia, como independiente, en las listas de UCD. Un año más tarde fue nombrado consejero del presidente del Gobierno para Asuntos Culturales. En las generales de 1979 fue elegido diputado por Murcia con UCD. En 1980 fue nombrado ministro de Cultura como relevo de Manuel Clavero Arévalo por el entonces presidente Adolfo Suárez, cargo del que fue cesado ocho meses después.

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