«A fronteira infinda» muestra la emigración gallega a través del arte

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

MARCOS MÍGUEZ

Cuadros de Afundación desvelan la influencia del exilio sobre los artistas

20 nov 2015 . Actualizado a las 07:08 h.

Los rasgos interraciales de los rostros de Maruja Mallo, la morena mexicana de Arturo Souto o los surrealistas colores caribeños de Eugenio Granell. Son algunas de la obras que desde ayer pueden verse en la sede de Afundación, en A Coruña, y forman la exposición A fronteira infinda. Os artistas galegos e a emigración. Carlos L. Bernárdez, comisario de la propuesta, recordaba que el título de la muestra está tomado del libro de relatos que escribió en Venezuela Celso Emilio Ferreiro. Las obras expuestas pertenecen a los fondos de las colecciones de Afundación y Abanca y entre los autores de las mismas están Castelao, Mallo, Leopoldo Nóvoa, Souto, Manuel Colmeiro, Eugenio Granell, Luís Seoane, Isaac Díaz Pardo o Laxeiro.

Bernárdez explicó que el objetivo de la muestra es «facer un retrato non feito» de la emigración gallega, ya que la exposición pretende narrar esa historia con el discurso que forman las propias obras de los artistas. En este sentido, destacó que prácticamente todos los cuadros expuestos «foron pintados fóra de Galicia». En esta línea, comentó cómo Maruja Mallo «superou os prexuízos raciais» durante su exilio en Argentina o cómo entre las obras expuestas de Arturo Soto «está o que pinta de memoria», un lienzo con un paisaje gallego y el retrato de una mujer mexicana en el que se puede observar cómo «se adapta ao contexto mexicano e comercial».

En cuanto a la particular relación, en el exilio, de Díaz Pardo con Luis Seoane, apuntaba cómo el primero «cando modifica a súa obra é en América». Algo parecido ocurre con Colmeiro, del que se exponen obras pintadas en Argentina y París; si bien, el pintor «contextualiza o exilio» con retratos de gallegas como la sobrina de Dieste. Y otro ejemplo citado por el comisario es el de Laxeiro, emigrante en Argentina, donde vive «un proceso de evolución no que introduce os temas americanos», como puede verse en dos de sus obras con cabezas aztecas. Otra historia que se recoge en la exposición -que podrá visitarse hasta el 30 de enero del próximo año- es la de alguno de los artistas gallegos, emigrados en su día, hoy poco conocidos en su tierra y que, sin embargo, destacaba el comisario, «son moi cotizados no mercado americano», como es el caso de Ángel Botello Barros (Cangas do Morrazo, 1913-Puerto Rico, 1986). Leopoldo Nóvoa, con obras realizadas en Nueva York y París, es otro de los protagonistas de esta exposición, en la que pueden contemplarse creaciones de pintores como Manuel Molezún, Manuel Mampaso y Lago Rivero, además de otros con menos renombre como el bergantiñán Manuel Pailós, José María de Labra o Tino Grandío que también escribieron su historia de la emigración a través del arte.

Guardar las imágenes

La app Colección de Arte Abanca para dispositivos móviles fue estrenada ayer en la exposición. Los responsables de la misma destacaban que permite, entre otras cosas, ver la biografía del autor, guardar la imagen, ver la descripción de las obras expuestas o identificar otras obras del mismo autor que hay en la muestra.