Spadaccini: «Me tranquilicé viendo a De Niro como si fuera un figurante»

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

EDUARDO PEREZ

Figura internacional del maquillaje, que trabajó para «The Family», «Bourne», «Amélie» o «Lucy», imparte un curso en el festival de cine fantástico coruñés

31 oct 2015 . Actualizado a las 11:44 h.

«No conozco el nivel de las personas que van a venir al curso y por eso tengo varias cosas preparadas, sobre todo para las prótesis de maquillaje con diversos materiales; el primero va a ser silicona, después vamos hacer prótesis con una técnica basada en el pegamento y el tercer día vamos a crear un personaje completo en espuma de látex; bueno solo la cabeza», matizaba ayer Jean-Christophe Spadaccini, uno de los grandes especialistas de la escena internacional en maquillaje. En el largo listado de películas para las que ha trabajado están El caso Bourne, The Family, con Robert de Niro y Tommy Lee Jones; Lucy, con Scarlett Johansson y Morgan Freeman; Vidocq, de Pitof; o con el director Jean-Pierre Jeunet en Delicatessen, Amélie y La ciudad de los niños perdidos.

Evocando The Family relataba cómo a De Niro le dan un puñetazo, «se le hincha el ojo y quería el mismo efecto que lucía en Toro Salvaje». En el momento en que tuvo que poner la prótesis a De Niro sobre el ojo, recordaba asimismo lo muy nervioso que estaba: «Me temblaban las manos, aunque él fue muy agradable. Me planteé pensar que él era solo un figurante, que en realidad no era De Niro y salió todo bien».

En la exitosa Amélie hizo «pocas cosas; solo una de aquellas lámparas que tenía en su habitación y que de repente le hablaban a ella; la lámpara era un cerdito».

Ayer, en el curso que tiene lugar en el MAC, empezó por enseñar a los asistentes cómo extremar el cuidado del material que utiliza: «Estos tubos pueden explotar en el avión, me ocurrió más de una vez». El truco está, dice, en repartirlo todo en bolsas separadas y así aunque, como le ocurrió a él en este su primer viaje a Galicia, explote uno de los tubos «solo se pierde esa bolsa».

En cuanto a la competencia de los efectos especiales en 3D con los que él elabora artesanalmente, Spadaccini lo tiene claro: «Es más que nada una elección artística, hay directores que prefieren hacerlo todo en 3D, pero normalmente es una técnica complementaria y algo que también ayuda a los maquilladores en 3D en su trabajo». Insiste en que se trata de lo que el director prefiere. «Pero yo sigo teniendo mucho trabajo y sobre todo, precisamente, en las películas en las que se usan mucho los efectos digitales, ya que se trata de crear un nuevo universo y por ello se necesitan otro tipo de faciales». En cambio, ironiza, «en una película que narra una relación de pareja no tengo mucho trabajo...».

Sobre proyectos en que anda embarcado, van, dice, desde la serie para Canal Plus Les Revenants hasta el filme Elle, «de Verhoeven, que rodó cintas como Robocop, Desafío total o Instinto Básico. Este hombre tiene 77 años, pero sigue dirigiendo y muy bien», subraya. Además, vuelve a trabajar con el realizador y productor Luc Besson, con quien ya hizo cinco películas. Ahora es Valerian, cinta de ciencia ficción en que actúan la modelo Cara Delevingne y la cantante Rihanna, que no parecen necesitar mucho de su maquillaje.

PACO RODRÍGUEZ

La musa danesa de Amando de Ossorio vuelve a rodar

Su profunda mirada y espectacular belleza encajaban a la perfección en todo tipo de papeles, especialmente en el género de terror donde brilló con luz propia en títulos de culto como El ataque de los muertos sin ojos (Amando de Ossorio, 1973). Así presentan los organizadores del Festival de Cinema Fantástico da Coruña a Lone Fleming (Aarhus, Dinamarca, 1945), que es la estrella invitada a esta edición y que en su día fue la musa del director gallego Amando de Ossorio (A Coruña, 1918-Madrid 2009). «Si hubiera tenido más medios y más tiempo... lo que habría hecho», elogió la actriz al cineasta en una mesa cuadrada -como la denominó el certamen- dedicada la figura a este pionero del fantaterror español. En la charla participó Xosé Zapata, autor de un documental y coautor de un libro sobre Ossorio que tiene como subtítulo Un galego fantástico. Y es que, relataba Zapata, cuando este hombre, a mediados de los años 50, tenía la vida resuelta se marchó a Madrid para hacer cine. Pero fue incluido en la lista negra tras su primera película, «La bandera negra (1956), una rareza de la época, ya que era un alegato contra la pena de muerte desde el punto de vista católico: empieza con el precepto no matarás». Y, como no podía trabajar en España, rodaba en Portugal, recordaba Lone Fleming, que ahora actúa en un cortometraje que recupera los caballeros templarios de Ossorio y que dirige David García Sariñena.

La actriz se muestra encantada de evocar películas como La noche del terror ciego, que hizo con Ossorio, el primer director que le dio una oportunidad para trabajar en el cine. «Y estoy trabajando otra vez», festejaba en dicha mesa, antes de bromear: «Hago un papel conforme a mi edad, no tengo que disimular nada». El festival le entregará mañana su principal reconocimiento durante el acto de clausura del certamen.