Fallece Lina Morgan

Efe

CULTURA

La capilla ardiente se instalará en el Teatro de La Latina de Madrid, donde tantos éxitos cosechó

21 ago 2015 . Actualizado a las 09:38 h.

La actriz Lina Morgan, conocida especialmente por su faceta cómica, ha fallecido en Madrid a los 78 años después de varios meses de enfermedad, que la mantuvieron nueve meses internada en un hospital, del que salió el año pasado. 

La capilla ardiente de Lina Morgan ha quedado abierta al público en el madrileño Teatro La Latina, en cuyo escenario se ha situado el féretro con los restos mortales de la actriz, tras el que se proyectan imágenes de su trabajo. Fotografías y fotogramas de sus muchos éxitos en teatro, cine y televisión conforman una escenografía que completan un estandarte de la Hermandad de Jesús el Pobre y una gran corona de rosas amarillas y blancas.

Velando el féretro, cubierto por una bandera de España y otra de la Comunidad de Madrid, están el productor teatral y amigo de la actriz Jesús Cimarro; su tutor y asistente, Daniel Pontes, y el padre Ángel, ya que Lina Morgan fue madrina de la ONG Mensajeros por la Paz. Desde antes de que se abriese la capilla ardiente, pasadas las 16:30 horas, decenas de admiradores hacían cola ya a la entrada del Teatro La Latina, soportando el fuerte calor de agosto con abanicos. Una de las primeras en llegar, al mediodía, ha sido una mujer de 77 años que, pese a haber sufrido ocho operaciones y de un sol de justicia, no ha querido dejar de despedirse de quien fue una de sus actrices favoritas, según ha explicado.

El cuerpo de Lina Morgan será incinerado esta madrugada en un acto privado, justo después de que se cierre su capilla ardiente, que está previsto que sea alrededor de la medianoche.

Una vida dedicada a la interpretación

Nacida el 20 de marzo de 1937 como Ángeles López Segovia, en plena Guerra Civil y en una familia humilde, Lina Morgan tuvo unos orígenes que no hacían presagiar que se convertiría en una de las actrices más populares y queridas de España.

Era la cuarta de los cinco hijos -Emilio, Julio, Julia, Lina y José Luis- del sastre Emilio López y de Julia Segovia, ama de casa, una familia que vivía en uno de los barrios más castizos de la capital, La Latina. Estudió primaria y abandonó los estudios para colaborar con la economía familiar recogiendo, junto a su hermano José Luis, cartones y botellas que luego vendían. Pero desde muy pequeña, Lina Morgan tenía claro que quería ser artista y a los 11 años comenzó a estudiar baile clásico español, para dos años después debutar con la compañía infantil Los Chavalitos de España, donde actuó como solista de baile clásico español. Un año después, Lina pasó al coro de una revista y se convirtió en vedette con la ayuda del actor Alfonso del Real, una figura destacada del momento del teatro cómico musical.

A mediados de los años cincuenta adoptó, ayudada por su hermano, su nombre artístico, Lina Morgan, inspirándose en el Pirata Morgan. Hizo su primera gira en 1951 y al año siguiente, de vuelta en Madrid, se quedó sin trabajo. Por medio de su hermana mayor, que trabajaba en el Ballet Nacional, fue contratada en una sala de fiestas de la Gran Vía madrileña.

En la década de los 60 alternó su trabajo en el teatro con sus primeras apariciones en el cine. Su debut fue en 1961 en El pobre García, película dirigida y protagonizada por Tony Leblanc, a la que siguieron Vampiresas de 1930 (1962); Objetivo, las estrellas (1963); Julieta engaña a Romeo (1965); Las que tienen que servir (1967); Soltera y madre en la vida (1968); La tonta del bote (1970); o Una pareja distinta (1974).

Además de con Leblanc, trabajó junto a cómicos de la talla de Gila o Juanito Navarro, con quien protagonizó su primera serie de TV, Escala en HI-FI (1967). En 1979 formó su propia compañía y debutó en el Teatro Barceló. Según la actriz, fue un absoluto fracaso y perdieron todo lo invertido. Del teatro Barceló pasó al teatro La Latina, donde permaneció tres años en cartelera con un gran éxito titulado La marina te llama. La actriz se encariñó con este teatro, que acabó comprando con su hermano y manager, José Luis, en 1985, y del que se desprendió en junio de 2010. Allí presentó Vaya par de gemelas (1981), revista musical con la que batió todos los récords de taquilla, al igual que sucedió con El último tranvía (1987), en cartelera hasta 1991, cuando estrenó otro de sus grandes éxitos, Celeste no es un color. Después llegó su colaboración con Raúl Sender en Sí...pero...no (1999).

En 2003, la actriz tenía previsto reaparecer en escena, en el Centro Dramático Nacional, con su primer texto teatral no cómico, O no, parte del ciclo de monólogos protagonizado por diversos artistas Confidencias, dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente. Pero el proyecto no se llevó a cabo. En cuanto a la televisión, tras su colaboración con Juanito Navarro, pasarían muchos años hasta su regreso a la pequeña pantalla con las series de Antena 3 Compuesta y sin novio (1994), de Pedro Masó; de TVE Hostal Royal Manzanares (1996) y Una de dos (1998-1999), de José Frade, con quien repitió en Escuela de baile Gloria (2001), y ¿Se puede? (2004), de Gustavo Pérez Puig.

En 2006 volvió a Antena 3 para participar en la serie A tortas con la vida, de Juan Luis Iborra y José Antonio Escrivá y protagonizada por Juanjo Puigcorbé. En marzo de 2012 se presentó la serie Tesoros Vivos de la Televisión, en la que participó como una de las figuras claves de la historia de la televisión en España.

Recibió multitud de premios, entre ellos el de la Popularidad (1969), el Miguel Mihura a la mejor actriz (1982), la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1984), la Medalla al Mérito Artístico(1985), el Fotogramas de Plata (1988), Empresaria del Año (1989), Premio Empresa y Economía (1992) y TP de Oro, en tres ocasiones, en 1995, 1997 y 1998.

También recibió el Premio Ondas (1998), la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1999), el Ercilla a la trayectoria artística (2003), una Antena de Oro especial en Teatro (2003 y 2009) o la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid (2010).

Los años 1984 y 1995 fueron muy duros para la actriz. En el primero de ellos fue operada de un desprendimiento de retina en la Clínica Barraquer de Barcelona, y en el segundo murió su hermano José Luis, uno de sus más fuertes apoyos. Desde entonces apenas se dejó ver en público. El 18 de noviembre de 2013 ingresó, por una neumonía, en el Hospital madrileño Beata María Ana, donde pasó diez meses sin recibir visitas, salvo las de su ayudante Daniel Pontes y su chófer. De allí fue trasladada a la residencia madrileña de Los Nogales,en la que permaneció hasta que su casa estuvo acondicionada para volver a ella y recibir allí la atención médica adecuada. 

Actores y políticos la ensalzan como la mejor cómica de España

La muerte de Lina Morgan ha conmocionado al mundo del espectáculo, especialmente al ámbito teatral, cuyos miembros han destacado la figura de la actriz como una de las más grandes del difícil arte de la comedia, además de su generosidad y su faceta como empresaria al frente del Teatro La Latina de Madrid.

Uno de sus grandes amigos fue el empresario y productor teatral Jesús Cimarro, que le compró el Teatro La Latina en 2011, y que ha dicho que «es una de las pocas actrices que ha conseguido aunar a muchísimas generaciones de público, que se la conozca por sus papeles cómicos y que todo el mundo la respete». 

Con Raúl Sender compartió tablas y amistad, por lo que hoy la recordaba como «una amiga entrañable, generosa, cariñosa, gamberra en su casa, de pocos amigos. Ella se resguardaba mucho, era muy celosa de su intimidad, se entregaba a muy poca gente». A ese escogido grupo de amigos también perteneció Concha Velasco, para quien la fallecida fue «un ejemplo» en la vida: «Ha sido una luchadora nata, siempre haciendo dos funciones, siempre trabajando. Yo en realidad siempre he querido ser Lina Morgan, en el buen sentido de la palabra».

Y al empresario José Luis Moreno le deben los espectadores de televisión las postreras actuaciones de Lina Morgan: en la serie Aquí no hay quien viva y en dos especiales navideños, el último en 2012). «Ha logrado lo que muy pocos consiguen hacer: unir carcajadas y ternura a raudales, lo máximo a lo que puede aspirar alguien que se dedique al dificilísimo arte de la comedia», ha dicho. 

La actriz fue también muy generosa, faceta que la conectó con otro de sus amigos, el padre Ángel, ya que fue madrina de Mensajeros por la Paz. «Era de aquellos seres que toda familia hubiese querido tener en casa», ha resumido.

Para Ana Obregón fue su «maestra, ejemplo y amiga» y le apena que «en vida no le hicieran el mensaje que se merecía» y para Máximo Valverde, con quien también trabajo, «ha sido la mejor de todos los tiempos». «En cualquier otro país sería considera como Chaplin», ha apuntado Rosa Valenty a los periodistas a su llegada a la capilla ardiente, mientras que Alberto Closas Jr., la ha despedido con las palabras de la canción con las que cerraba sus espectáculos: «Gracias por venir, gracias por nacer y por haber hecho lo que hiciste por el mundo del teatro».

La Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España (Amithe) ha emitido un comunicado ensalzando a la «cómica del pueblo» y «una las figuras clave del siglo XX del cine y del teatro popular español», mientras que la Academia de Televisión destacaba que «fue una actriz excepcional que mantuvo en todo momento sus compromisos con la profesión».

Felipe VI y la reina Letizia y don Juan Carlos y doña Sofía han enviado sendos telegramas de pésame a los allegados a Lina Morgan, en los que expresan sus condolencias por el fallecimiento de la actriz. También el ámbito político se ha sumado a las condolencias y elogios. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha recurrido a Twitter para decir: «Nos deja una figura irremplazable, Lina Morgan; nos hizo reír y llegó al corazón de todos. No la olvidaremos. Mis sentidas condolencias».

En nombre del Gobierno ha acudido a la capilla ardiente su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para rendir homenaje «a una mujer que para muchas generaciones era como de casa» y también a «una emprendedora a la que no se le ponía nada por delante, una empresaria que empezó desde abajo y con sus propios medios compró un teatro en una época difícil para las mujeres». El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha alabado su «larga y fructífera carrera profesional en el teatro, la revista, la comedia musical, el cine y la televisión», así como su «exitosa» faceta como empresaria teatral, que le llevó «a relanzar en los años ochenta el Teatro La Latina». Desde este Ministerio, el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, ha lamentado la pérdida de quien «no solo ha sido una actriz de teatro, sino una mujer con una pluralidad de registros artísticos extraordinaria», pues fue actriz de cine, teatro, revista y «una de las grandes humoristas de nuestro país».

También acudió al teatro el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para quien Lina Morgan fue «una trabajadora y gran artista, que triunfó no sólo como actriz de cine, teatro y televisión, sino también como mujer empresaria, porque fue una pionera del mundo empresarial del arte y la cultura». Lo mismo hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien ha dicho de la artista que «ha formado parte de las familias españolas y ha sido un personaje reconocido de forma unánime». La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha expresado en las redes sociales sus condolencias por «una gran actriz y empresaria, una gran madrileña y una gran española».