Muere Laura Antonelli, mito erótico del cine italiano de los 70

EFE

CULTURA

La protagonista de «Malizia» tenía 73 años y fue encontrada muerta en su casa de Roma

22 jun 2015 . Actualizado a las 12:05 h.

La actriz Laura Antonelli, uno de los «sex symbols» del cine italiano de la década de los setenta, fue encontrada hoy muerta a los 73 años en su domicilio en el municipio romano de Ladispoli, informaron medios italianos.

El cuerpo de la actriz fue hallado a primera hora de la mañana por su asistente que llamó de inmediato al servicio de emergencia sanitario, que certificó el fallecimiento.

Ahora deberán ser los forenses los que establezcan el momento exacto de la muerte.

Nacida el 28 de noviembre de 1941 en Pola, en el sur de Italai, fue inicialmente profesora de educación física hasta que en 1969 un productor de fotonovelas descubrió su belleza y le abrió las puertas del cine.

Durante unos años, realizó algún que otro papel como actriz, pero el rol que verdaderamente le lanzó a la fama fue el de una asistenta doméstica que hacía enloquecer al señor de la casa en la Sicilia de los años 50.

La película era Malizia, un largometraje dirigido en 1973 por Salvatore Samperi, y en ella aparecía como una mujer provocativa y muy sensual, una imagen que le convirtió en un símbolo sexual para los italianos de la época.

Posteriormente, actuó en otras cintas como Sessomatto, de Dino Risi; El inocente, de Luchino Visconti; o Pasión de amor, de Ettore Scola.

Desfigurada por una operación de cirugía estética

A principios de los 90 Laura Antonelli saltó de nuevo a la palestra mediática, aunque esta vez no por temas relacionados con el celuloide.

Antonelli estuvo retirada del cine durante muchos años a causa de una depresión y el 27 de abril de 1991 fue arrestada, después de que la policía encontrara 36 gramos de cocaína sobre una bandeja de plata en la mesa de su salón.

Fue condenada a tres años y medio de prisión en 1991 por tenencia de estupefacientes, pero fue absuelta después de nueve años de proceso judicial.

En marzo de 2000 un Tribunal de Segunda Instancia de Roma aceptó la tesis de la defensa y resolvió que la droga era para uso personal y no para ser vendida.

La operación de cirugía estética a la que se sometió en 1992 y que prácticamente le desfiguró la cara agravó aún más su alejamiento de la gran pantalla.

En noviembre de 1996, Antonelli fue internada en la sección psiquiátrica de un centro sanitario de Civitavecchia.