Una lectura plural del diseño

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El nuevo museo de Barcelona propone un amplio recorrido temporal de la disciplina, de las artes decorativas a la moda, con varios creadores gallegos

26 may 2015 . Actualizado a las 15:18 h.

De la integración de varias colecciones dedicadas a las artes decorativas y gráficas, la cerámica y el textil nace el nuevo Museo del Diseño, cuya sede, obra de los arquitectos MBM (Martorell, Bohigas, Mackay, Capdevilla i Gual) se abrió en Barcelona en diciembre. Sus fondos, con más de 70.000 piezas, se han organizado en un nuevo discurso museístico que se articula en torno a cuatro muestras permanentes, una por planta, que se complementan con las exposiciones temporales y el área de conservación y divulgación.

Esta visión plural de las disciplinas que se podrían denominar artes decorativas o artes aplicadas abarca un amplio arco temporal que arranca en el siglo IV a. de C. y que llega hasta hoy mismo, con piezas de este año 2015. Igualmente, la diversidad se refleja en el proceso de elaboración y fabricación, desde la artesanía a la era industrial, incluidas las actuales tecnologías digitales, así como lo heterogéneo de los objetos, sus formas y sus usos. Papeles pintados, muebles, azulejos, útiles de cocina, libros, revistas y cartelería, vehículos o prendas de vestir: todos ellos han sido ideados y creados con una intención funcional y estética.

Moda gallega

La muestra permanente dedicada a la moda arranca en el siglo XVI y se extiende hasta este mismo año gracias a una política continua de adquisiciones. De un corsé del XVIII a un vestido nupcial de comienzos del XX o un mono de Paco Rabanne, la historia de la moda se resume en 111 vestidos. En esta colección destacan tres creadores gallegos. De Adolfo Domínguez se incluye un conjunto fechado en 1987 formado por abrigo, camisa y pantalón, mientras que de José Castro se exhiben dos conjuntos de su colección Dead bird (otoño-invierno 2007-2008). El trío se completa con Manuel Bolaño, nacido en Barcelona y criado en Galicia, que regresó a su ciudad natal para estudiar diseño y moda: está representado con dos vestidos de sendas colecciones, Algo de mí (primavera-verano 2011) y Cómo reparar un corazón roto (primavera-verano 2012).

También es amplio el arco temporal que abarca la colección permanente ¡Extraordinarias!, que se puede leer como el paso de los talleres artesanos a los artistas actuales. De los siglos III a XX, reúne mobiliario, cerámica o relojes, todas ellas piezas singulares con el denominador común de su espectacularidad. Una berlina del siglo XVIII o un panel cerámico de la misma época que atestigua la antigüedad y longevidad de la pasión por el chocolate son ejemplos elocuentes.

Vida cotidiana

Pero el diseño también está presente en la vida cotidiana, incluso en objetos de uso tan común que consiguen hacernos pensar que siempre han estado ahí. Esta sección concede un lugar preeminente al diseño originado en Cataluña, e incluye las imitadísimas vinagreras antigoteo de Rafael Marquina, la silla BKF del grupo Austral o la Toledo de Jorge Pensi, argentino afincado en Barcelona. También se pueden ver diseños tan recientes como una bicicleta o una silicona para cocinar al vapor en el horno. Por último, el apartado dedicado al diseño gráfico se centra en el período comprendido entre 1940 y 1980, para presentar el trabajo de los pioneros: de libros a carteles, pasando por la publicidad.

Centro de documentación

Un museo es mucho más de lo que se ve en las colecciones y exposiciones abiertas al público. El Museo del Diseño cuenta con un centro de documentación con archivos y bases de datos, biblioteca y hemeroteca, relacionados con las artes decorativas y el diseño, que ofrece sus servicios a investigadores y profesionales. Esta iniciativa se complementa con un espacio educativo en el que se realizan talleres para escolares o familias. En la trastienda del edificio situado en la plaza de les Glòries Catalanes también se lleva a cabo una labor de restauración. De hecho, antes de la inauguración se sometieron 1.810 piezas a un proceso de renovación que implicó a 83 restauradores de diferentes disciplinas.