El Festival de Málaga, entre la comedia y el suspense

La Voz AGENCIAS

CULTURA

El actor y director Paco León recibe este domingo el Premio Eloy de la Iglesia del Festival de Málaga con el que se reconoce la carrera de los realizadores más arriesgados, los que apuestan por creaciones diferentes y singulares

19 abr 2015 . Actualizado a las 19:20 h.

Si el sábado el Festival de Cine de Málaga se rindió a la temática social con La deuda y Los héroes del maleste domingo se ha diversificado con una alocada comedia, Cómo sobrevivir a una despedida, y un thriller en toda regla como Matar el tiempo con las nuevas tecnologías como nexo central de la película.

La directora Manuela Moreno admite que en su primer largometraje, Cómo sobrevivir a una despedida, el modelo de la comedia americana ha sido «una gran referencia», aunque en esta ocasión haya introducido la variante de darle todo el protagonismo a un grupo de amigas. «La película está pensada para entretener y pasar un buen rato y para un público actual, pero no está enfocada exclusivamente para esta generación», ha explicado hoy en rueda de prensa Moreno, que ha presentado su «ópera prima» en la sección oficial de largometrajes a concurso del decimoctavo Festival de Cine Español de Málaga.

Las protagonistas son Nora, Gisela, Tania, Marta y Mateo -éste, una más del grupo-, que organizan una despedida de soltera inolvidable a Gisela, la primera en casarse, aunque las cosas no salen como esperaban. Según la directora, en las protagonistas no hay detalles autobiográficos, aunque sí aspectos «como las relaciones entre chicas, los miedos y las frustraciones, metidos en boca de personajes con perfiles muy concretos, los cinco muy diferentes, porque lo único que tienen en común son su amistad». «Desde la infancia han ido evolucionando y ahora no tienen nada que ver el uno con el otro, pero no pueden vivir sin los demás», ha añadido Manuela Moreno, que ha calificado como «todo un reto» dirigir su primer largometraje, con más de cuarenta localizaciones, acostumbrada a que en casi todos sus cortos sólo hubiera una localización. Cree que en la película está «el reflejo de cinco personalidades muy diferentes y de una mujer actual, con sus miedos y virtudes, de carne y hueso», y espera que «tenga mucha visibilidad para que el reparto sea conocido y tengan más oportunidades para seguir trabajando».

La actriz María Hervás se siente identificada con los personajes «en lo generacional, por ser un conjunto de jóvenes muy preparados pero sin ninguna salida laboral y en una situación muy mediocre, lo que les lleva a estar con los ánimos un poco descuadrados». «Esta es la generación más preparada de la historia de España y la que menos posibilidades ha tenido de desarrollarlo», ha añadido Hervás, que cree que «la comedia ha estado siempre muy restringida al mundo masculino y ya era hora de que se hiciera una comedia femenina».

Junto a María Hervás, este quinteto protagonista que llegará a las carteleras el próximo 24 de abril está formado por Natalia de Molina, Ursula Corberó, Brays Efe y Celia de Molina

Matar el tiempo invita al espectador a implicarse

La otra apuesta de la jornada, en cambio, ha ido por derroteros bien distintos. Matar el tiempo, un thriller dirigido por Antonio Hernández, que también firma el guion, tiene a las nuevas tecnologías como elemento central y que pretende que el espectador se plantee la pregunta de qué haría si estuviese en la piel del protagonista. La cinta, protagonizada por Ben Temple, Yon González, Aitor Luna, Frank Feys y Esther Méndez, ha sido la segunda de las cintas de la sección oficial a concurso en ser proyectada este domingo en el Festival de Málaga.

El director Antonio Hernandez (3i) los actores Yon Gonzalez (2i), Aitor Luna(4d), Ben Temple(3d), Esther Méndez(4i), el músico Antonio Galeano (2d) y los productores Beatriz Bodegas (i) y Ramiro Acero (d) posan, posan durante la sesión de fotos de la pelicula «Matar el Tiempo»
El director Antonio Hernandez (3i) los actores Yon Gonzalez (2i), Aitor Luna(4d), Ben Temple(3d), Esther Méndez(4i), el músico Antonio Galeano (2d) y los productores Beatriz Bodegas (i) y Ramiro Acero (d) posan, posan durante la sesión de fotos de la pelicula «Matar el Tiempo» Carlos Diaz | EFE

Rodada en español y en inglés, Matar el tiempo trata de componer «una pequeña sinfonía» en la que se hablara «del peligro que significan esas nuevas tecnologías que están haciendo que todos nos creamos observadores, sin darnos cuenta de que nos estamos convirtiendo en observados». Así, en palabras de Hernández, las nuevas tecnologías son «un arma de doble filo, como lo fue la bomba atómica y todo aquello que va tan a favor del alma humana como tan cerca está de la destrucción».

Por ello, el director ha afirmado que el objetivo de la película no es solo entretener, sino que el espectador también «se moje», porque «como a veces pone en el reclamo del cartel, no puedes mantenerte al margen». «Hemos intentado plantear una situación crítica en la que el protagonista llegue a un momento en que no puede dejar de implicarse», ha explicado. Es, no obstante, un 'thriller' que busca «dejar buen sabor de boca en el espectador», como ha defendido el director.

Robert H. Walton (Ben Temple) es un norteamericano que trabaja en una ciudad española auditando un banco para una multinacional neoyorquina. La rutina, su pasado y la lejanía de su hogar le llevan a depender de la webcam, hasta que, a través de Internet, contrata los servicios de Sara (Esther Méndez), una bella prostituta por la que acaba sintiendo fascinación. Todo empieza a cambiar cuando, mientras el protagonista está concertando un encuentro con Sara a través del ordenador, Diego (Aitor Luna) y Boris (Yon González), hermanos en la vida real y en la película, irrumpen en el apartamento de ella reclamándole que les entregara a su hijo como pago por tratos anteriores con la mafia. Así, la webcam le hará testigo de una violenta realidad en la que se verá inmerso y a raíz de la cual tendrá que decidir si se implica en ella, arriesgando incluso su propia vida, o no.

Hernández ha considerado que «estamos en un atasco constante, viendo como hay carreteras llenos de muertos que no desenterramos, inmigrantes torturados en unas vallas, corrupción que solo significa el robo de nuestros pequeños sueldos... y sin embargo nos quedamos sentados», agregando que la cinta «plantea que no puedes quedarte sentado, porque aunque no te des cuenta también estás siento tú la víctima». Contar con este elenco de actores «ha sido no un capricho sino un acuerdo», según ha comentado el director en rueda de prensa. De hecho, ha manifestado que antes de hacer el filme les planteó hacer «una película para ellos». «Una película libre que nos permita volver a jugar con la misma ilusión con la que haces la primera», ha apostillado.

Yon González ha comentado que trabajar con su hermano, Aitor Luna, ha sido «muy fácil y cómodo». «La complicidad de hermanos ya estaba ahí y no ha habido que hacer nada», ha afirmado, algo en lo que ha coincidido Luna. Ben Temple ha asegurado que interpretar a este personaje le ha dejado la enseñanza de que «en la vida hay que implicarse más», porque, a su juicio, «el mundo lo está pidiendo a gritos». Por su parte, Esther Méndez, ha afirmado que ha sido «un reto y una ilusión». «Creía que me tendría que ir a Estados Unidos a hacer una película con actores de tanta categoría, un director así y un guion tan potente», ha comentado la actriz, para quien este es su primer papel en un largometraje.

Paco León, premio Eloy de la Iglesia

Pero, sin duda, uno de los protagonistas de la tercera jornada del Festiva es Paco León. El actor y director recibe el Premio Eloy de la Iglesia del Festival de Málaga, con el que se reconoce la carrera de los realizadores más arriesgados, los que apuestan por creaciones diferentes y singulares, con la promesa de «experimentar» y «tener el riesgo para buscar cosas bonitas y sinceras».

El actor Paco León durante la rueda de prensa que ha ofrecido antes de recibir esta noche en el Teatro Cervantes el Premio Eloy de la Iglesia del Festival de Cine de Málaga
El actor Paco León durante la rueda de prensa que ha ofrecido antes de recibir esta noche en el Teatro Cervantes el Premio Eloy de la Iglesia del Festival de Cine de Málaga Carlos Diaz | EFE

Después de haber dirigido dos películas tan personales como las del díptico protagonizado por su madre, Carmina Barrios, Paco León trabaja ahora en la adaptación de una comedia australiana, y aunque éste es un encargo de la productora, asegura que pretende «seguir haciendo lo que le dé la gana». «No tengo ni idea de lo que voy a hacer en el futuro. Tengo ganas de experimentar y no me gustaría cargarme de responsabilidad, si hay que cagarla, se caga. Prometo asumir el riesgo para buscar cosas bonitas y sinceras, y unas saldrán mejor y otras peor», ha afirmado en rueda de prensa.

Al recibir reconocimientos como este Premio Eloy de la Iglesia, lo que le da «más miedo» es ponerse «importante» y no arriesgarse «a hacerlo mal», porque considera que «en este momento es lo más peligroso». «Me da más miedo eso de que te acobardes y vayas a lo seguro que lo otro, porque la he cagado muchas veces y con dignidad. Hay que hacerlo, porque forma parte del trabajo», ha explicado.

Cuando se le pregunta por la sensación que transmite de que hace las cosas con suma facilidad, reconoce que «cuando algo apasiona tanto, no se escatiman esfuerzos», y lo que a otro «le puede parecer tremendamente duro» a él le parece «placentero, aunque no exento de trabajo». «No me puedo quejar, hay que ser agradecido con todo y para mí está siendo muy fácil. Hay gente que tiene otros ritmos, que escribe un guión durante cinco años, pero yo soy de caca suelta, no tengo problemas digestivos, y me gusta la mano suelta y la creatividad rápida», ha resaltado.

En Carmina y amén incluyó una frase, «La vida es tan bonita que parece de verdad», porque se la escuchó una vez a su tío Paco y le pareció «bonita para hacer una reflexión sobre el tema que investiga la película, los límites entre realidad y ficción». «Me pareció adecuada la frase, pero cuando veo ahora que la gente se la tatúa, porque hay una tía que se la ha tatuado en la cintura, no sé si es para tanto, pero yo encantado», bromea.

Muestra su agradecimiento al Festival de Málaga, no sólo por este Premio Eloy de la Iglesia, sino por haberle dado «la alternativa» con Carmina o revienta, su primera película como director. «Se confió en mí cuando no era tan fácil hacerlo, al meter una película tan rara y tan explosiva en la sección oficial teniendo voces a favor y en contra. Se hizo una apuesta clara y no había otra manera de corresponder a esa fidelidad que con la segunda película y con todas las que vengan».

Al mismo tiempo, el Festival de Málaga es «el mejor sitio para estrenar una película hoy en día en España», según el actor y director sevillano. «Creo que ahora tengo que corresponder a este homenaje con la promesa firme de trabajar durísimo y hacer más películas buenecitas o lo mejor que me salgan para poder traerlas a Málaga y que Málaga se sienta orgullosa de la apuesta que un día hizo».

Al recibir el encargo en el que trabaja ahora, cuyo rodaje comenzará en agosto, la principal condición que puso para aceptarlo fue que le dejaran «intervenir en la adaptación», hacer una película con su «personalidad» y sus «gustos» y, en definitiva, que le permitieran «pacoleonarla». Y es que, a la hora de aceptar cualquier trabajo, la premisa es que sea algo «que no haya hecho antes», según Paco León, abrumado por recibir este galardón del Festival de Málaga con sólo dos películas como director. «Todo va tan rápido... En cuatro años he pasado de joven promesa a vieja gloria en este Festival. Esto son las redes, que lo aceleran todo tanto...»