Un Leonardo «secuestrado» durante cinco siglos

Miguel Lorenci COLPISA / MADRID

CULTURA

Rescatan de la caja de seguridad de un banco suizo el retrato «fantasma» de una aristócrata atribuido al genio del Renacimiento

10 feb 2015 . Actualizado a las 20:25 h.

Nadie lo había visto en los últimos cinco siglos. Se sabía que Leonardo da Vinci (1452-1519) había retratado a Isabel D'Este, marquesa de Mantua, entre 1513 y 1516. Pero nadie podía dar cuenta del paradero de la legendaria pintura ni certificar su existencia. Hasta que la policía italiana constató que no es una tela «fantasma» y que alguien trataba de venderlo por casi 150 millones de euros. La pintura existía, había salido ilegalmente de Italia, y estaba «secuestrada» una caja seguridad de un banco suizo.
Falta que los expertos confirmen ahora la autoría del genio toscano, indubitada para algunos, y su estratosférica tasación.
A finales de agosto de 2013 arrancó la investigación que condujo a agentes de varios cuerpos policiales italianos hasta la caja fuerte de un banco de Lugano. La pista definitiva fue el hallazgo de un mandato de venta «por no menos de 95 millones de euros» de un lienzo de 61 por 46,5 centímetros «atribuido por Carlo Pedretti a Leonardo, protagonizado por Isabel D'Este, y depositado en la caja fuerte de un banco suizo».
El museo del Louvre conserva un boceto de la pintura que llevaba medio milenio oculta, un carboncillo sobre cartón datado en 1499. Todo indica que Da Vinci habría realizado el boceto a principios del siglo XVI, cuando era huésped del marqués Francisco II Gonzaga en Mantua, y que pintó el retrato unos quince años después. No en vano, se conservan las misivas que la propia marquesa remitió a Leonardo rogándole que diera más color a la pintura. La aristócrata fue retratada de perfil, tocada con una corona dorada y con una hoja de palma en la mano a modo de cetro, una iconografía inspirada en Santa Catalina de Siena. Fue una reconocida mecenas, protectora de Rafael, Mantegna y Giulio Romano y retratada también por Tiziano. Su retrato leonardino era un cuadro «fantasma» sobre el que expertos, estudiosos e investigadores llevaban siglos especulado. Se aventuró que Leonardo jamás pintó la tela, lo que permitió asegurar a algunos que Isabel D'Este sería en realidad La Gioconda. Apoyándose las similitudes de color iluminación y la pose de ambas modelos, hay quien sostiene que La Gioconda y la Mona Lisa serían cuadros distintos, y que en algún documento se habla de una de ellas como una «dama italiana consorte de un caballero llamado Francesco». Se airea así la posibilidad de que una de ellas fuera realmente Isabel D'Este.
La policía fiscal de Pesaro y un comando de Carabineros de Ancona abortaron la venta del precioso lienzo por 150 millones de euros a unos compradores árabes. Y es que el nada escrupuloso letrado encargado de la transacción logró una sensible mejora sobre el mínimo de los 95 millones solicitados por un vendedor anónimo, según varios medios italianos. En breve estará de vuelta en Italia, donde la tela será sometida a los análisis para determinar si se realmente trata de una pintura de Leonardo. Algo que se anticipó a certificar Carlo Pedretti, toda una autoridad en el maestro toscano. «La tela es auténtica» dice Pedretti, que no alberga dudas sobre la autenticidad y la firma del maestro florentino.
Ya se ha sometido al análisis del Carbono 14 que certifica que se pintó entre 1460 y el 1650, y descarta que se realizara en una época posterior al de Leonardo.

Los carabineros pudieron establecer que la pintura había sido exportada clandestinamente a Suiza y que en 2013 permanecía en el búnker de una adinerada familia suiza cuyo apellido no ha trascendido, según desveló entonces el diario Corriere della Sera. Una rogatoria judicial la reclamó a Suiza para su incautación. Pero las autoridades helvéticas no dieron con la pintura que habría sido «llevada a toda prisa» a Italia para devolverlo de nuevo a Suiza, esta vez a la caja del banco donde ha sido hallada meses después

Además de sacar a la luz este impagable tesoro artístico, la fiscalía de Pesaro asegura haber descubierto una red de tráfico internacional de obras de arte con complejas ramificaciones. El fiscal Manfredi Palumbo se refirió en su comparecencia pública a «decenas de investigados», presuntos responsables de delitos de exportación ilícita de obras de arte y asociación de malhechores