La segunda película de la saga, que viajaba en el tiempo hasta este año, presentaba un mundo futurista, lleno de avances que parecen aún lejanos
04 ene 2015 . Actualizado a las 15:05 h.En el imaginario colectivo de muchos cinéfilos mayores de 30 años aún se mantiene vivo el recuerdo de Regreso al futuro, la icónica saga de Robert Zemeckis que se aventuró a predecir cómo sería la vida en el siglo XXI. La primera película de la famosa trilogía protagonizada por Michael J. Fox (Marty McFly) y Christopher Lloyd (Doc Brown) se estrenó en los cines estadounidenses en 1985, hace ahora 30 años. Con motivo de este aniversario a lo largo del 2015 se sucederán los homenajes a la inolvidable película. Ya está anunciado, por ejemplo, el estreno de un documental sobre los entresijos del primer filme, así como el reestreno del mismo en diferentes cines de todo el mundo, en un evento, además, en el que se reinterpretará en directo la banda sonora original.
Pero este año la saga está doblemente de aniversario. En Regreso al Futuro II, Marty McFly viajaba en el tiempo desde el año 1985 al 2015 (concretamente, al 21 de octubre) subido en el DeLorean, el coche preparado especialmente para tal motivo por el doctor Emmett Brown. Los protagonistas del filme aterrizaron en un futuro que se presentaba rupturista y lleno de unos adelantos que hoy, sin embargo, parecen lejanos.
Aunque aún restan muchos meses para tal efeméride no son pocos los usuarios de la Red que, con el cambio de año, han comenzado a demostrar cómo muchos avances tecnológicos previstos en la película no se han cumplido, al menos, por el momento. Un simple ejemplo se localiza en la ropa. La moda actual (a excepción de la de Lady Gaga) no presenta los trazos galácticos vaticinados en el filme.
Según la película de Robert Zemeckis, producida por Steven Spielberg, en el 2015 habría, además, autos voladores que circularían por autopista aéreas, una quimera aún irrealizable para el gran público. Por el momento, lo más cercano que existen son prototipos, coches voladores híbridos (como el Terrafugia Transition o el AeroMobil), de resultados prometedores, pero que están, por coste y por resultar accesorios, lejos de estandarizarse. En el automóvil de la película había también un dispositivo que era capaz de generar energía nuclear a partir de basura orgánica, una auténtica utopía hoy en día.
En la segunda entrega de la saga, Michael J. Fox descubría asimismo las zapatillas con cordones que se abrochaban solos, un avance que aún pertenece al ámbito de la ciencia ficción. Eso sí, y para moderar la decepción, Nike ha anunciado que lanzará este año unas zapatillas autoajustables, un modelo similar al visto en la película.
Otro de los errores en los que incurrieron los guionistas del filme al imaginar el año actual fue en la existencia de un hidratador de alimentos, un aparato que transforma un pequeño pedazo de pizza en una pizza de tamaño familiar, algo que no está presente en nuestras cocinas.
De la misma forma, también aún está por ver si durante el 2015 se logrará patentar la ropa autosecado, ya existente en el filme. En una escena de la película, McFly se cae a una laguna y se moja su traje. Sin embargo, instantes después, y tras presionar simplemente un botón, su vestimenta ya no está húmeda.
En el campo de la ropa inteligente, un invento ya longevo, se han logrado importantes avances en los últimos años. En el 2014 inclusó se publicitó un modelo de ropa que mide pulsaciones. Sin embargo, el efecto autosecado aún parece cosa del futuro.
Uno de los avances más deseados por los seguidores de la saga fue el monopotín volador con el que se movían todos los jóvenes en ese 2015 ficticio. El año pasado la Red se llenó de rumores a este respecto e, incluso, hubo una misteriosa compañía que afirmó estar a punto de comercializar la primera versión del «Hoverboard». Desde California, la startup Arx Pax creó el «Hendo Hoverboard», una tabla que levita en superficies conductoras y flota cerca de una pulgada por encima del suelo, impulsada por cuatro motores magnéticos. No volará tan alto ni tan rápido como el de la película, pero parece que esta avance ya es real.
Junto a los inventos fallidos, los creadores del filme sí lograron profetizar muchos logros. Entre ellos, destacan las videocomunicaciones telefónicas (como las de Skype), los lectores de tarjetas o la tecnología biométrica, que hoy en día está presente en diferentes dispositivos que identifican a los usuarios escaneando sus huellas dactilares.
Además, en Volver al futuro II, la hija de Marty McFly es capaz de adivinar quién llama desde sus gafas, una de las aplicaciones que sí incluirán en un futuro próximo las lentes inteligentes, como las de Google Glass.
En otra célebre escena de la película Michael J. Fox se asombra ante un póster holográfico que anuncia el estreno de Tiburón 19. La holografía es una técnica avanzada de fotografía que consiste en crear imágenes tridimensionales basada en el empleo de la luz. Esta técnica sí que se dominó ya hace años aunque en la actualidad ha perdido interés respecto a otras.
Eso sí, los guionistas fueron demasiado optimistas con el éxito de la saga cinematográfica de Tiburón. En la realidad la serie se quedó en cuatro películas.