Benedict Cumberbatch: «No soy un genio, me limito a darlo todo en cada nuevo papel»

MARÍA ESTÉVEZ

CULTURA

El actor que da vida a Sherlock Holmes para la BBC, protagonista de la cartelera con dos películas

02 ene 2015 . Actualizado a las 10:18 h.

Ciertos actores británicos educados en el teatro mantienen una relación muy cordial con el uso del lenguaje. En el caso de Benedict Cumberbatch (Londres, 1976), sorprende que, aun sin guion, derroche brillantez para convertir cada respuesta en un inesperado cuento. Su éxito no ha llegado de un día para otro, pero sin duda es vertiginoso. En un mes su nombre aparece en los créditos de dos películas. De la sorprendente Descifrando Enigma, donde nos regala una de sus mejores interpretaciones, a la esperada tercera parte del Hobbit.

-Saltó a la fama gracias al retrato televisivo que hace de Sherlock Holmes en la BBC.

-Me siento muy orgulloso de mi trabajo en Holmes. Acabo de terminar de rodar la tercera temporada y he quedado muy contento del resultado. Me gusta el horario, invertir mi tiempo en el personaje, evolucionar. No sería un buen show sin el trabajo duro. Pero spoilers -adelantos del final- los justos, porque hay que mantener la tensión del publico.

-«Descifrando Enigma» gira en torno al matemático británico Alan Turing, conocido por ser el responsable de descifrar los códigos secretos de los nazis de la máquina Enigma que tanta influencia tuvo en el devenir de la Segunda Guerra Mundial.

-Posiblemente lo más extraordinario de Turing es que su éxito radica en la necesidad. La razón por la que terminó descifrando los códigos alemanes fue por esa capacidad para aislarse. El secreto de sus propios deseos. La intolerable naturaleza de la sociedad le volvió un reprimido y esa sexualidad le ayudaba en su trabajo.

-Lejos de ser aclamado como un héroe, Turing fue procesado por el gobierno británico por el delito de ser homosexual, siendo castrado de forma química en prisión.

-Creo que es una historia humana extraordinaria. Hablamos de una persona tremendamente inteligente, que trabajó muy duro, que perseveró en su forma de ver las cosas. Era un hombre que pensaba, que ayudó a descifrar secretos y sin embargo se le consideraba un depravado por culpa de la intolerancia que imperaba en la sociedad.

-Dicen quienes le conocen que usted es un genio. ¿Igual a muchos de los personajes que interpreta?

-No es para tanto. No soy un genio. Me gusta mi trabajo e intento hacerlo bien capitalizando mi tiempo libre. Cuando me enfrento a un papel me entrego, doy todo de mi sin esconderme. Y confieso que soy feliz cuando interpreto a un personaje.

-El año pasado se metió en la piel de Julian Assange y ahora lo hace con Turing. ¿Se le dan bien las biografías?

-Smaug en El Hobbit, Little Chaz en August: Osage County y Sherlock no son reales. Trato de combinar papeles para que mi legado sea variado. Cuando elijo un personaje busco consistencia, versatilidad. Es cierto que Julian Assange era un hombre inteligente, como Turing, pero no creo que deban compararse, seria injusto hacia ellos. Para mí lo mas importante es no aburrirme.

-Sus padres son dos actores de teatro, Tim Carlton y Wanda Wentham. ¿Han influido en su carrera?

-El éxito no me llegó de un día para otro. Son muchos años trabajando como actor y hasta el estreno de Sherlock no recibí demasiada atención. Ahora me ofrecen muchas oportunidades y trato de aprovecharlas. Creo que cuanto mas trabajas más confía la gente en tus posibilidades.

-¿Tanto cambió su carrera con Sherlock?

-La verdad es que no. Me ayudó mucho, porque está en la cultura popular, pero incluso entonces ya me encontraba trabajando de una forma saludable en la industria. Mi carrera es una metáfora.