Dover retoma las guitarras

FERNANDO MOLEZÚN A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

ÁLVARO BALLESTEROS

En febrero saldrá a la venta su nuevo álbum, «Complications», en el que el grupo de las hermanas Llanos regresa al sonido roquero de sus inicios

24 dic 2014 . Actualizado a las 08:43 h.

Muchos de los que a mediados de los noventa encontraron en Dover el bastión ruidoso pero amable en el que refugiarse de propuestas musicales más mansas, están de enhorabuena. La pasada semana la banda anunciaba la publicación de un nuevo trabajo, cuya salida al mercado está prevista para el 9 de febrero. Pero la noticia, más allá de una nueva colección de canciones del grupo, está en el giro que los madrileños han dado a su sonido. O, mejor dicho, en la celebrada marcha atrás que supone aparcar las maquinitas, los ritmos pregrabados y los efectos de sonido para volver a las guitarras y el pedal de distorsión como quien vuelve a casa por Navidad. El disco llevará por título Complications y contará con diez temas, de los cuales ya se han podido escuchar dos Too late y Crash, que vienen a confirmar este regreso a los orígenes que muchos calificarán como una entrada en razón del grupo tras sus devaneos electrónicos y tribales.

Después de capitanear en los noventa la revolución indie con una relectura del punk pasado por la túrmix del grunge y alcanzar unos niveles de popularidad y ventas sin precedente en la escena independiente de este país, la llama de Dover se fue apagando paulatinamente en la pasada década hasta que decidieron romper con su propio legado. Los guitarrazos furiosos fueron sustituidos por bases pregrabadas y en el altar de las hermanas Llanos Madonna ocupó el lugar de Kurt Cobain. Ocurría en el 2006 con la publicación de Follow the city lights, polémico disco en el que se pasan a la música de baile entre el desconcierto de la crítica y el aplauso de un público que, sin embargo, sí respondió positivamente a la propuesta electro de Dover. Let me out o Do ya sonaron sin parar durante meses, sumiendo a la banda en una gira en la que, por el contrario, evidenciaron que sus nuevas canciones no estaban hechas para el directo.

Decepción y redención

La decepción del sector más ruidoso de sus seguidores se hizo si cabe mayor cuando editan en el año 2010 I Ka Kené, una nueva vuelta de tuerca, un desafío mayor en el que se dejan querer por los ritmos étnicos... y que no gusta.

La labor de redención viene cuajándose desde hace algún tiempo. El año pasado se embarcaron en una gira para conmemorar el 15.º aniversario de Devil came to me, e incluso sacan una reedición de lujo de su álbum más célebre. Y en los conciertos que ofrecieron este verano fueron descolgando alguno de los temas que estaban perfilando en el estudio de grabación para este Complications. Ahí había rabia, ruido y mucha caña, como hacía años que no mostraban. Empezó entonces a circular el rumor: Dover se han dejado de cosas raras y han vuelto al redil. Pero habría que esperar para confirmar que se trataba de algo más que un espejismo.

La desconfianza era grande entre los seguidores del grupo, que ya no sabían con qué rumbo estilístico sorprendería la formación madrileña. Pero tras empezar a moverse en Internet los dos temas antes citados, las dudas se disiparon, a lo que ayudó la confirmación por parte de la propia banda de que el sonido del nuevo disco volvería por los derroteros que la hicieron grande. Producido por el propio grupo y mezclado por su batería, Jesús Antúnez, el álbum Complications ya puede reservarse en diversas webs, en formato vinilo y cedé, por si alguien teme quedarse sin él.