El de Gijón actuará este jueves en el Playa Club en la gira de presentación de su último disco, Resituación
13 nov 2014 . Actualizado a las 21:57 h.Un fantasma recorre Europa. Pero este lo hace desde Berlín a Pola Lena (y este jueves al Playa Club de A Coruña) en forma de canción para corear cerveza en alto, mano en el hombro del vecino y cuello doblado hacia atrás. Como una celebración de espíritu proletario. Se acabó lo que se daba a quienes se lucran de los trabajadores, nos dice Vegas, ahora llamaremos de noche a sus puertas con las antorchas en la mano.
Al igual que Rafael Alberti, Nacho Vegas parafrasea el comienzo del Manifiesto Comunista para el single oficioso del disco Resituación (Marxophone 2014) que presenta mañana a las diez de la noche en A Coruña. Se acabó lamerse las heridas del corazón, las drogas y la vida bohemia: hablemos de política.
Lo primero que se ha encontrado el asturiano tras lanzar su disco es que ha tenido que ir medio a medio, revista a revista, dando explicaciones. Que si oportunismo, que si lo hace para vender más o que por qué un artista tiene que meterse en política. Todo esto a medios como revistas de música (los primeros que en ponerlo en la picota) que lo alababan cuando hacía exhibición impúdica de su intimidad, y lo critican cuando lo hace de lo colectivo. Romántico bien, realista mal.
Además de la actitud política en todo el disco hay canciones para sus amigos (Rapaza de San Antolín, Adolfo Suicide, la canción de amor del disco en sus propias palabras), el costumbrismo (Ciudad Vampira, Luz de agosto en Gijón) y el análisis social y la autoparodia (Actores poco memorables).
Este es su disco político, y no aquel Manifiesto desastre (Limbo Starr 2008) con el que puso punto y final a la relación con su antiguo sello, Limbo Starr. Puede que en ese momento ya comenzase el giro que completa con Resituación, con la creación de la plataforma colaborativa Marxophone con otros artistas, como Raul Refree o Fernando Alfaro, en una forma asociada de autoedición.
La gira de Resituación ya trajo a Nacho Vegas en junio a la Sala Capitol de Santiago. Su banda, recientemente ampliada con la incorporación a la segunda guitarra de Edu Baos (ex Tachenko, León Benavente) le da a sus directos un sonido muy grande, probablemente el mejor que ha tenido hasta ahora.
Dejando cada vez más de lado la guitarra, a Vegas se le ve mas relajado, alejado de la actitud errática y taciturna que quedó en el imaginario colectivo. A esto contribuyó en Santiago la presencia de la rapaza de San Antolín, Lorena Álvarez, que le acompañó en algunas canciones entrando directamente en el plano de lo festivo.
En resumen, en el Playa se podrá ver al Nacho Vegas con mejor sonido y seguramente, contra lo que dicen los tópicos, será un concierto divertido.