Al igual que se ha hecho hoy, hace 175 años la plancha obtenida se sorteó entre los asistentes al acto y posteriormente se le perdió el rastro; sin embargo, como hoy explicaba un actor metido en la piel de Ramon Alabern, «los historiadores coinciden en señalar que aquella primera plancha podría ser el origen de un grabado al acero que el grabador Antoni Roca creó en 1842, que sí se ha conservado». Ese grabado forma parte del libro de Francisco Pi y Margall «España. Obra Pintoresca» (Barcelona, 1842).
Lejos de ser una técnica arcaica, el daguerrotipo se ha convertido, comenta Nina Zaragoza, en «una nueva técnica de expresión para artistas y fotógrafos, y la comunidad de daguerrotipistas está integrada por unos 150 miembros, concentrados especialmente en Estados Unidos, Francia y España». El hecho de que el revelado de la imagen obtenida por la cámara de daguerrotipo se efectúe a la luz -en apenas una hora-, ha llevado a algunos daguerrotipistas a equiparar estas fotografías antiguas a las modernas Polaroid, apunta Zaragoza.