De las médicos y aparejadores a las médicas y aparejadoras

La Voz

CULTURA

16 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En la 23.a edición del Diccionario cambian los criterios sobre algunos femeninos. Aparejador ya tenía el femenino aparejadora, aunque el Diccionario añadía la nota de que también se usaba el masculino para designar el femenino (Rosario es aparejador). Este apunte se ha suprimido, por lo que cuando se trate de Rosario u otra persona de su sexo habrá que hablar de aparejadora si se quiere estar en comunión con la doctrina académica. Sucede lo mismo con otros nombres de profesiones, como médico -la RAE solo admite la forma médica para la mujer-, ingeniero o arquitecto.

El proceso es inverso con las féminas que ejercen ciertas funciones auxiliares en los centros de enseñanza. Eran solo bedelas, pero la RAE ve conveniente ahora designarlas también -no únicamente- bedeles.

La incorporación de la mujer a la milicia empieza a tener consecuencias en el idioma. El nombre del oficial de graduación inmediatamente superior al teniente e inferior al comandante era capitán, común en cuanto al género (el capitán/la capitán). A partir de ahora puede aplicarse capitana a las mujeres (Elena es capitana de artillería), que convive con la forma masculina (Elena es capitán de artillería).