Hugo Silva: «El combate más importante de mi carrera ha sido aceptar la fama»

Magdalena Tsanis EFE

CULTURA

El actor acaba de presentar «Musarañas» en el Festival de Sitges y ahora llega a los cines la comedia romántica «Dioses y perros»

06 oct 2014 . Actualizado a las 16:27 h.

Acaba de presentar Musarañas en el Festival de Sitges y este fin de semana Hugo Silva (Madrid, 1977) llegará a las salas comerciales en la piel de Pasca, un boxeador retirado que se gana la vida recibiendo golpes como «sparring» en la comedia romántica Dioses y perros, de David Marqués.

«En mi vida profesional, el combate más importante y del que me siento más orgulloso ha sido aceptar la fama», ha dicho hoy el actor en una entrevista con Efe.

«Desde hace unos años he aprendido a gestionarla, con humor y con distancia, y a reírme de ese personaje que se ha creado alrededor de mí y que no deja de ser algo colateral a mi trabajo», ha añadido Silva, que lidia con el rol de «sex symbol» ibérico desde el éxito de la serie televisiva Los hombres de Paco (2005-2009).

El humor es precisamente el rasgo que, a su juicio, más le acerca a su último protagonista cinematográfico, un boxeador que ha recibido tantos golpes en el ring como fuera de él y que encuentra una oportunidad para la redención al conocer a la chispeante Adela, una profesora de escuela a la que da vida Megan Montaner.

La cinta, quinto largometraje de Marqués, después de Deshechos (2010) o Fuera de juego (2011), se presentó en marzo pasado en la sección oficial del Festival de Málaga, y en mayo fue premiada, tanto la película como la interpretación de Silva, en el Festival de Alicante.

«Lo que más me gustó de Pasca es su sentido del humor, bastante irónico y mordaz, y que el punto de partida del personaje, crecido en un barrio de la periferia de Madrid (Vallecas), era bastante parecido al mío», señala el actor, nacido en el barrio de San Blas.

«No tuve que hacer mucho trabajo de campo para llegar al centro del personaje, porque tanto su forma de pensar como el tipo de relaciones que mantiene forman parte de mis vivencias, de mi infancia y de mi adolescencia, y las tengo muy presentes», precisa.

Dioses y perros es en esencia una comedia romántica, pero contiene elementos de drama social, desde la historia del hermano tetrapléjico (Elio González) a la del amigo borracho (Juan Codina) que está a punto de tirar su vida por la borda. «Pasca expresa de una forma muy radical su sentido de la amistad», dice Silva, «pero yo sí creo que hay amigos que en un momento dado se convierten en familia y, cuando alguien cruza esa línea, tienes que aceptarlo todo y estar a muerte con él». «Eso a mí sí me pasa, y me gusta que sea así, porque esas relaciones siempre suman, incluso aunque tú hagas más por tu amigo que él por ti», considera.

Tampoco el mundo del boxeo le resultaba del todo ajeno. «Había practicado »muay thai«, boxeo tradicional tailandés, pero nunca me había metido tan de lleno en el mundo del boxeo puro», comenta. En cuanto se sumó al proyecto empezó a acudir a diario a la escuela de Jero García en Madrid y no ha dejado de hacerlo hasta ahora. «Descubrí un mundo muy noble, me atrae muchísimo y sigo yendo a la escuela a entrenar», asegura.

Después de haber trabajado el año pasado con directores como Pedro Almodóvar (Los amantes pasajeros) y Álex de la Iglesia (Las brujas de Zugarramurdi), y con el guión sobre la mesa del próximo «thriller» de Enrique Urbizu (2.014 hijos de puta), Silva puede presumir de haber cumplido muchos de sus sueños.

Pero hay uno que aún le queda pendiente. «Mi sueño es que en mi país haya una industria de cine potente, que funcione, que aproveche los mercados internacionales, el idioma», confiesa. «También me apetece trabajar fuera, por supuesto, y ver otras industrias, pero mi sueño hoy es que aquí, en España, se aproveche todo el talento que hay», añade.