«La mayor batalla que tenemos en la vida es ser mujeres»

MARÍA ESTÉVEZ

CULTURA

15 ago 2014 . Actualizado a las 12:26 h.

Zoe Saldana vuelve a mudar el color de su piel. Del azul de Avatar pasa al verde de Gamora en Los guardianes de la galaxia, la nueva apuesta de Marvel para llevar sus superhéroes del cómic a la gran pantalla.

-Se esta convirtiendo en la estrella de Hollywood que más películas de ciencia ficción interpreta.

-Eso parece, pero reconozco que me fascina la ciencia ficción, a mi madre la obsesionaba, gracias a ella leí Dune tres veces. Y como actriz, busco historias que me brinden la oportunidad de representar a mujeres interesantes. No me importa que hablen del futuro, del pasado, sean comedia o drama, lo que quiero son buenos papeles.

-¿Cómo se metió en la piel de Gamora?

-Hicimos seis o siete pruebas de cámara porque no sabíamos cómo mostrar su imagen. Yo pensaba que tenía que ser atractiva. La película está dirigida al público joven y era importante que ellos aceptaran mi papel.

-Después de «Avatar», ¿dudó volver a interpretar a un «alien»?

-No. Para mí este género significa lo mismo que para Cate Blanchett o Keira Knightley una película de época. Lo que consideré fue la calidad del guion. Me gusta trabajar con directores que tienen el valor de imaginar lo inimaginable. Si para el gran público soy una actriz de ciencia ficción, que lo hagan, no me importa. Prefiero un buen papel de extraterrestre a interpretar a la novia de alguien que es como una úlcera.

-¿Cuando era joven soñaba con la fama?

-No. Quería ser actriz, soñaba con ir al espacio de la mano de un gran personaje, investigar la especie humana, la vida, la psicología de la gente, incorporarme al arte de contar historias con mi interpretación. Todo lo demás, éxito, fama, alfombra roja, son distracciones, aunque formen parte del trabajo y sean necesarias.

-¿Le gusta representar a mujeres poderosas?

-Hollywood vive y ha vivido durante mucho tiempo de representar a damas en peligro que necesitan ser salvadas por los hombres. Las mujeres parecemos inútiles, incompetentes, cuando la realidad es justo lo contrario. Vengo de Queens, un barrio de Nueva York, y crecí en los años 80 cuando las mujeres ya eran al mismo tiempo amas de casa y soldados de guerra. Me gusta tener un arma en las manos. Me gusta ser la heroína de la historia que interpreto y me gusta ser sexy y atractiva. La primera mujer que me inspiró fue mi madre. Ella hace de todo, ha sido capaz de sacar adelante a tres hijas, vivir en un país que no es el suyo y aun así amarlo y respetarlo. Profesionalmente hay muchas actrices a quienes admiro, desde Whoopie Goldberg hasta Angelina Jolie. Me inclino de una manera involuntaria hacia mujeres fuertes dedicadas a ayudar a los demás.

-¿Se considera la actriz latina del momento?

-No quiero que me cuelguen esa etiqueta. Hay cosas más importantes que limitarnos dentro de un estereotipo. Tal vez la razón por la que soy arisca con este tema es porque me parece un tópico extraño que no me es familiar. No me educaron para creer que hay una guerra ahí fuera de latinos contra blancos y negros o lo que sea. Crecí queriendo a los que me rodeaban y aceptando a todo el mundo. No quiero que me encasillen, si dejara que ocurriera me dedicaría a otra cosa. Llevo una década trabajando como actriz. Si quisiera convertirme en un sex-symbol habría tomado la decisión y me habría encaminado en esa dirección. Si quisiera ser la mayor actriz latina habría seguido ese camino. Ha merecido la pena esperar mi oportunidad y pelearla. Si cada dos o tres años tengo la oportunidad de trabajar con grandes directores, bienvenidos sean. La única manera de romper ese ciclo es no participar en él. No quiero ser conocida como la latina sexy. Respeto a quien lo hace, si funciona para ella: mira Salma [Hayek], supo jugar sus cartas. La mayor batalla que tenemos en la vida es ser mujeres.