Charlie Adlard: «Nunca he sido fan de los zombis»

A. Martínez / F. Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Charlie Adlard impartirá una clase magistral en el salón del cómic de A Coruña.
Charlie Adlard impartirá una clase magistral en el salón del cómic de A Coruña. Mercedes Rajoy< / span>

El ilustrador inglés participa estos días en Viñetas desde o Atlántico

06 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Se muestra ajeno al fenómeno surgido alrededor del cómic sobre zombis que dibuja, The Walking Dead, y la revolución que supuso su adaptación a la televisión. Lo suyo es el lápiz, al cual saca punta en una apartada aldea inglesa, «muy lejos de todo el ruido de Hollywood, así que todo esto realmente no me afecta», asegura entre risas Charlie Adlard, que estos días está en A Coruña participando en el salón del cómic Viñetas desde o Atlántico.

-¿Se imaginaban el fenómeno en que se terminaron convirtiendo sus muertos vivientes?

-Ni por asomo. Sonará a cliché, pero nadie tiene el secreto del éxito. Surgió, y lo celebro: estoy encantado de vivir de lo que me gusta hacer. Aunque con la serie de televisión y todo lo que se ha montado alrededor tengo más bien poco que ver.

-Parte de la responsabilidad de que los zombis volviesen a ponerse de moda es suya...

-Yo sigo viviendo y trabajando exactamente igual que hace diez años, no noto esa responsabilidad. Es más, en todo caso noto menos responsabilidad que si tuviese que trabajar para un solo lector. Como cuando tu madre te dice de niño que cantes esa canción que sabes delante de todas tus tías. Ahí estaría obligado a que le gustase mi trabajo. Pero si te leen miles, es imposible contentarlos a todos. Se crea un muro entre el creador y el público, y terminas dibujando para ti mismo, lo que te da mayor libertad.

-Pues a la vista está que al público le ha gustado su trabajo. ¿A qué cree que se ha debido tamaño éxito?

-Hemos dado con el zeitgeist, por alguna razón el público estaba esperando algo así. Pero no lo buscábamos. La historia, de hecho, tampoco es que sea lo más original, pero sí que la hemos llevado a cabo de un modo que se sale de lo normal. Supongo que simplemente estábamos en el lugar adecuado en el momento preciso.

-Hay teorías que relacionan el gusto por los zombis con los tiempos de crisis.

-Las conozco. No sé si serán ciertas, pero sí que parece que la gente busca escapar de su realidad con historias fantásticas.

-¿Cómo se enfrentó al reto de dibujar zombis para un público mayoritario? ¿Se marca algún límite o censura?

-¡Creo que somos suficientemente explícitos! Lo irónico es que nunca he sido fan de los muertos vivientes. Yo llegué a la serie después de que Tony Moore, el primer dibujante, dejase de trabajar en ella. Pero nunca quise copiar sus dibujos. Aunque pueda resultar paradójico, no veo a los muertos vivientes como lo más importante del cómic. Quizá no les muestre el respeto que merecen, pero es como dejar ir el lápiz, son lo más fácil de dibujar y en ocasiones me aburren. Por eso he ido complicando su aspecto, mostrando la decadencia de su carne con el paso del tiempo.

-Usted bebió de los autores de la generación de la revista británica «2000 AD»...

-Sí, pero lamentablemente ya no queda nada de eso. Muchos veían aquello como lanzadera para trabajar en el mercado americano. En Inglaterra no supimos cuidar nuestro mundo editorial como sí lo hacen los franceses o los belgas.