Un fin de semana lleno de música folk e historia en el Balneario de Pardiñas

UXÍA GESTO / M.C.

CULTURA

El certamen en el año 91
El certamen en el año 91 X. MARRA

En un escenario natural y rodeado de un bosque centenario acampan a partir de este sábado miles de jóvenes para disfrutar del Festival de Pardiñas

02 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Festival de Pardiñas nació a principios de los 80, una época convulsa y de grandes cambios políticos y sociales. Por aquel entonces Galicia era una de las regiones más atrasadas de España. Precisamente por este hecho, el objetivo principal de su organizador, el párroco Alfonso Blanco, fue desde un primer momento mostrar que «fuera existía un mundo mejor», como él ha contado en varias ocasiones. Alfonso viajó durante los años 70 por Europa y volvió a Galicia con la idea de crear un festival que reivindicase la cultura popular gallega y a la vez abriese la mente de la gente. Lo más característico de Pardiñas es que después de 35 años su esencia continúa intacta. El festival se celebra en un antiguo balneario a las afueras de Guitiriz. Los alrededores del lugar se convierten en lugar de acampada. Las tiendas de campaña contrastan con los edificios del balneario. En este escenario conviven durante todo el fin de semana jóvenes que visitan por primera vez el festival con nostálgicos que son fieles a Pardiñas desde que se creó.

Esta tarde comienzan las celebraciones. Un taller de batukada impartido por Bloquinho de Xermolos pondrá a tono a la gente. Para seguir con la fiesta, esta noche se celebrará la segunda edición de Cantos da Taberna. El concurso consiste en juntar grupos de un máximo de diez personas para ir cantando canciones populares por los bares de Guitiriz.

El sábado la fiesta comenzará a las nueve y media de la noche a ritmo de tambores y samba de la mano del Bloquinho de Xermolos. A esta actuación le seguirá la de Radio Cos, un grupo que mezcla música tradicional gallega con ritmos modernos. La banda Yacine and the Oriental Groove arrancará a las doce de la noche a ritmo de funk y aportará el toque más alternativo. Este grupo originario de Argelia tiene su base en Barcelona y está liderado por Yannis Papaioanou, un griego que toca el laúd árabe eléctrico.

Y por si la mezcla explosiva de Yacine dejase indiferente a alguien, a las dos de la mañana llega otra banda también procedente de la Ciudad Condal: Eléctric Gozarela, que mezcla el género boogaloo con ritmos latinos. Y la madrugada del sábado acaba con Trapallada, que empezará a las cuatro. El domingo estará dedicado al folk británico. A medio día un grupo de estudiantes de Oxford llegan a Pardiñas para bailar danzas gaélicas ancestrales. Y a las diez de la noche, la solista irlandesa Niam ni Charra acompañará la música folk con su violín. El grupo argentino Guauchos interpretará su repertorio más reciente en la medianoche del domingo. Una oda a los paisajes de la Argentina más profunda y desconocida. Mezclando ritmos indígenas con rock. El domingo a las ocho de la tarde también actuará A Quenlla, que dará su toque reivindicativo. Y para acabar el fin de semana, a las doce y media de la noche, vuelven a escena Os Diplomáticos de Monte Alto. El grupo que marcó a una generación y que ensalzó la cultura popular gallega a ritmo de rock.