La Iglesia quiso trasladar el monasterio de Caaveiro del Eume al centro de Ferrol

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Una tesis recupera el plano para la operación, del siglo XVIII, y la evolución del cenobio

30 jun 2014 . Actualizado a las 18:22 h.

«Estudio el proceso, inacabado durante 65 años, del intento de traslación de la colegiata de Caaveiro a Ferrol». La sorprendente afirmación es de José Manuel Yáñez Rodríguez, arquitecto que esta semana defendía (con sobresaliente) en la Facultade de Historia de Santiago su tesis doctoral titulada Monasterio de Caaveiro. Evolución constructiva y arquitectónica y su relación con el entorno natural de las Fragas del Eume. Yáñez relata «las peripecias entre los obispos de Santiago y de Mondoñedo-Ferrol» para llevar a cabo dicha mudanza y detalla: «Lo querían llevar a la concatedral de San Julián, hacer unas nuevas parroquias en Ferrol...».

La idea del traslado fracasó, sobre todo por la oposición vecinal, pero dejó una huella valiosa: el plano del cenobio elaborado por el ingeniero del Arsenal de Ferrol Francisco Solinis en el año 1769. Según Yáñez, «este es el primer plano que se hace de Caaveiro, un plano único, y se hace porque se inicia el proceso de traslación a Ferrol y como el monasterio era Patronato Real, la Cámara Real de Madrid manda que del Arsenal se desplace un arquitecto, un delineante, un ingeniero... Era un poco de todo. Y lo levanta con la idea de ver lo que tenía Caaveiro, qué partes estaban bien, qué partes estaban mal y hacer un informe detallado sobre el monasterio».

Información inestimable

Ahora, «el análisis pormenorizado del plano de Solinis me ha proporcionado una información inestimable para la interpretación de las arquitecturas del conjunto en la segunda mitad del siglo XVIII», indica Yáñez. Y es que el valor del documento «no es solo por que ha permitido la reconstrucción de algunas de dichas arquitecturas, sino por que ha facilitado la recomposición del paisaje circundante del monasterio, en un ejercicio de arqueología paisajística a partir del plano», aclara. Todo ello ha hecho posible «realizar una comparación entre las edificaciones del siglo XVIII y el estado actual de las mismas, y da pie para hacer una reconstrucción del esplendor del monasterio en dicho siglo, los edificios que han desaparecido como la iglesia de San Juan, las casas de los canónigos y otras edificaciones menores». Con esto, se puede efectuar «una reconstrucción hipotética, sí, pero con un grado de fiabilidad muy elevado, de cómo debía ser Caaveiro en su máximo esplendor. A partir de entonces se inició el declive, el conjunto deja de estar habitado y empieza el expolio del mismo».

La tesis incluye un estudio que relaciona la legislación en materia de patrimonio y del espacio natural a lo largo del tiempo y que concluye así: «De un lado hemos podido constatar la escasa cobertura legal que tuvo la protección del patrimonio construido hasta que fueron realmente operativas las Comisiones de Monumentos en las primeras décadas del siglo XX, y la deficiente protección de los espacios naturales hasta la llegada -casi en paralelo a la salvaguarda monumental- de las figuras de los parques nacionales y otras categorías proteccionistas de menor rango».

A juicio de Yáñez, el estudio detallado de la obra arquitectónica «es una de las aportaciones más interesantes» que muestra esta tesis, que -estima el arquitecto- «es la primera que no solo indaga las construcciones cultas y de autor anónimo del monasterio desde una perspectiva puramente histórica, sino que considera a todas ellas como parte de un complejo monacal».