Un presunto Calígula regresa «decapitado» a Roma

Javier Blanco EFE

CULTURA

La estatua fue hallada en 2011 cuando iba a ser trasladada a Suiza clandestinamente

23 may 2014 . Actualizado a las 00:58 h.

Una escultura que representaría al emperador romano Calígula, de las más de dos metros de alto y hallada troceada en enero de 2011 por la Guardia de Finanzas italiana cuando iba a ser trasladada a Suiza clandestinamente es el eje de una exposición presentada hoy en Roma.

Con el objetivo de ser vendida en el mercado negro por un desenvuelto anticuario londinense, que la esperaría en el país alpino, la escultura había sido troceada e introducida en un contenedor para ser posteriormente transportada.

Sin embargo, el grupo de Patrimonio Arqueológico de la Guardia de Finanza italiana descubrió la rocambolesca maniobra y hoy en Roma se conocieron detalles de lo que ocurrió.

Así lo contó a Efe el comandante Massimo Rossi, encargado de la operación, quien dijo que «ahora se ha intentado recuperar la estatua desde que se descubrió en enero de 2011, cuando iba a ser remolcada en un contenedor para ser llevada a Suiza y llegar después a un anticuario londinense que la habría introducido luego en el mercado negro».

Desde entonces, un equipo de restauradores ha intentado recomponer la colosal imagen de mármol que, a falta de la cabeza, aún por encontrar, y de algunas partes del lado derecho del cuerpo, se podrá visitar desde mañana en el monumento a Vittorio Emanuele II, en pleno centro de Roma.

Según Giuseppina Ghini, superintendente de Bienes Arqueológicos de la región italiana de Lazio,la hipótesis generalizada es que la estatua represente probablemente a Calígula, si bien no se ha confirmado.

«De la cabeza en realidad no sabemos nada. No está por ahora, pero se encontrará, no sé cómo», declaró a Efe, y añadió que, sólo en el caso de ser localizada se sabrá si se retrata a Calígula o de un emperador posterior.

En ese caso, además, la escultura alcanzaría los dos metros y medio de altura, unas dimensiones colosales si se tiene en cuenta que se trata de una imagen sedente en un trono al estilo del dios griego Zeus.

Los trabajos de investigación sobre la talla sitúan su autoría en los inicios del siglo I d.C, es decir, posiblemente es contemporánea a su corto reinado (37-41 d.C) que finalizó con su asesinato a manos de sus soldados cuando sólo tenía 28 años.

Calígula se llamaba en realidad Cayo Julio César Augusto Germámico y fue el tercer emperador del Imperio, tras César Augusto, iniciador de la larga dinastía de césares todopoderosos, y de Tiberio, contemporáneo de Jesucristo.

Su apodo de Calígula proviene de los numerosos escándalos que, según el historiador Svetonio en su obra «La historia de los Césares», se vio envuelto a causa de su demencia, que le llevó a cometer todo tipo de atrocidades, como crueles asesinatos o múltiples adulterios durante su corto gobierno.

Dichos trabajos también concluyen que la efigie, cuya procedencia sitúan en torno a la parte oriental del lago de Nemi, lugar de vacaciones de Calígula, pudo estar policromada con motivos en oro, al estilo de los tronos macedonios propios de la época y decorado con relieves de figuras femeninas aladas.

Bajo el título «Tras las pistas de Calígula»,la muestra tiene como objetivo llamar la atención del tráfico de obras de arte de interés arqueológico en un creciente mercado clandestino.

Según la Guardia de Finanza, en los dos últimos años se robaron un total de 138.873 obras de arte, un 50 % más que en el bienio anterior, si bien sólo se registraron 294 denuncias.

La exposición cuenta además con otros restos arqueológicos hallados por esta división especial entre los que destacan una estatua de mármol que representa el torso desnudo del dios Apolo, así como una vasija del mismo material datado en la segunda mitad del siglo II d.C.