Ovaciones para los hermanos Dardenne y la japonesa Kawase en el Festival de Cannes

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CULTURA

Durante la séptima jornada también se dejó ver Ryan Gosling con su primera película como director «Lost River»

20 may 2014 . Actualizado a las 19:35 h.

Los hermanos Dardenne ya tienen dos Palmas de Oro y varios premios más del Festival de Cannes, pero no fallan. Con Deux jours, une nuit, un alegato por la solidaridad, han conseguido de nuevo la ovación del certamen francés, donde también la japonesa Naomi Kasawe ha tenido una muy buena acogida con Fatatsume No Mado (Still the Water), una película de coproducción española.

Los belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne suelen trabajar con actores no profesionales, pero conocieron el trabajo de Marion Cotillard y pensaron en ella para esta historia sobre una mujer enferma de depresión que, cuando está por reincorporarse al trabajo, se entera de que su jefe ha colocado a sus compañeros ante el dilema de elegir entre despedir a su compañera o cobrar la prima de la empresa. La mayoría opta por el dinero. Su marido (Fabrizio Rongione) la alienta y la ayuda para que ella hable con cada uno de sus compañeros de la fábrica a fin de hacerles cambiar de opinión y no ceder ante el perverso chantaje.

«La crisis económica no fomenta la solidaridad. Siempre he creído que la solidaridad es algo que hay que construir, que no se da de forma natural», explicó Luc Dardenne. «No fue fácil mostrar la solidaridad. La solidaridad es una suerte de compromiso moral, de decisión moral. Todavía se puede mostrar solidaridad hoy como se ve en la película», agregó. Según precisó Jean-Pierre, en Deux jours, une nuit intentaron «mostrar la solidaridad que el personaje de Cotillard experimenta y cómo a través del apoyo de su marido puede cambiar la vida de esta mujer».

«Los Dardenne convierten historias mínimas en algo fascinante», resumió la actriz el trabajo de los hermanos sexagenarios, cuyo cine próximo al documental ya ha recogido casi todos los premios en el Festival de Cannes. Rosetta (1999) se llevó la Palma de Oro en 1997 y repitieron premio con L'enfant (2005); El silencio de Lorna (2008) levantó el premio al mejor guión y Le gamin au vélo (2011), el Gran Premio del Jurado.

«Siento fascinación por interpretar a un hombre»

«Me encantan las películas de los Dardenne», señaló Marion Cotillard de 38 años. «Estoy sorprendida por su precisión y lo exigentes que son.

Cuando ves las películas y entiendes algo de cine sabes cuánto trabajo hay detrás», añadió. A lo largo de su carrera se ha metido en la piel de varias mujeres con importantes obstáculos a superar. «Yo veo esas mujeres que están luchando por sobrevivir y descubren cosas en ellas que no tenían. Y eso es lo que me interesa del ser humano. Aprendo mucho de la gente que supera obstáculos», explicó esta hija de actores, que se hizo con el Oscar dando vida a la cantante Edith Piaf.

A la francesa, que ha interpretado personajes muy variados y complejos, aún le queda mucho por hacer y además de comedia o de cine de acción, reconoce que siente «fascinación» por algo más original, hacer de hombre. «Siento fascinación por interpretar a un hombre, porque eso me parece imposible, pero eso al mismo tiempo me excita un poco», afirmó Marion Cotillard en rueda de prensa.

Hace dos años estuvo muy cerca de llevarse el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes por De rouille et d'os, de Jacques Audiard (y producida por los Dardenne). Cotillard confiesa que intenta no pensar en los premios como mecanismo de defensa ante una elevada expectativa, pero cuando llegan se alegra como el que más. Además reconoce que distinciones como el Oscar le han abierto muchas puertas.

Y al tener la posibilidad de trabajar con los Dardenne ve cumplido uno de sus sueños. Ellos quieren «que experimentemos algo completamente excepcional», dijo la actriz, para quien Dous jours, une nuit ha sido «una de las experiencias cinematográficas más apabullantes que ha vivido».

La sensibilidad y trascendencia de Kawase

Y apabullante fue también la acogida que tuvo la japonesa Naomi Kawase, otra abonada al Festival de Cannesdesde su debut en la ficción, Suzaku, que se hizo con la Cámara de Oro (el premio del certamen francés a las óperas primas). La cineasta, que proviene del documental, concurre por quinta vez en el festival con Futatsume no mado (Still The Water) un obra lírica en la que afronta el tema de la muerte en un entorno tan hermoso como isla de Amami, convirtiendo además la fuerza de la naturaleza en un personaje más de la película.

La trama se centra en dos adolescentes (Jun Yoshinaga y Nijiro Murakami) que se enamoran cuando la madre de ella está moribunda. Nawase trata el tema de la muerte con una delicadeza y un lirismo como no se había visto antes en cine. La escena de la muerte de la madre resulta poderosamente emotiva, pero no transmite dolor, sino más bien todo lo contrario. «Sabemos desde que nacimos que vamos a morir algún día y que toda la gente antes de nosotros ha muerto. Ellos nos han transmitido cosas que nosotros conservamos. Eso es lo que nos une con los vivos», explicó la realizadora, que hace siete años alzó el Gran Premio del Festival de Cannes por Mogari no mori.

«La muerte es un vínculo entre la vida y el más allá. En el mundo moderno hemos olvidado ese vínculo con la muerte, pensamos que estamos solos porque hemos olvidado lo que nos une con generaciones precedentes y lo que tenemos con las futuras generaciones». Nawase, que no conoció a sus padres y fue criada por su tía abuela fallecida el año pasado, supo hace poco que sus ancestros provenían de esta isla de Amami. «Cuando fui a la isla vi que sus habitantes no tenían una actitud negativa con respecto a la muerte», agregó la realizadora, cuya película, al igual que sus trabajos anteriores, está fuertemente influenciada por el documental.

«He intentado crear un estilo entre documental y ficción», agregó Nawase, quien intentó más que nunca que los personajes y el entorno se fundieran. «La naturaleza puede ser violenta pero extraordinariamente bella».

Pero además de los Dardenne y Kawase, por el Festival de Cannes se dejó ver Ryan Gosling con su primera película como actor y director Lost River. Y la actriz italiana Sophia Loren, que mañana ofrece una clase magistral, presenta el corto dirigido por su hijo Edoardo Ponti The Human Voice, que ella misma protagoniza.