Alemania devuelve un tesoro que podría haber sido expoliado por los nazis

Europa Press MADRID

CULTURA

El Gobierno germano incautó la colección, valorada en cientos de millones de euros, a un anciano que la escondió durante décadas

09 abr 2014 . Actualizado a las 22:38 h.

Un tribunal alemán ha devuelto un tesoro artístico valorado en cientos de millones de euros que había incautado a un anciano, que escondió la colección durante décadas y que se piensa que podría haber sido expoliado por parte de las autoridades nazis.

El Gobierno federal y las autoridades del estado de Baviera comunicaron que Cornelius Gurlitt, de 81 años, había aceptado cooperar para determinar si alguna de las 1.280 piezas que componen su colección fueron robadas a sus propietarios originales, la mayoría judíos, durante los tiempos de la Alemania nazi.

El padre de Gurlitt obedeció órdenes de Adolf Hitler para comprar y vender «arte degenerado» para financiar actividades nazis. Entre las obras incautadas se incluyen trabajos de Pablo Picasso, Henri Matisse, Otto Dix y Ernst Ludwig Kirchner.

«Hemos descubierto nuevas pruebas que nos han llevado a reconsiderar la situación legal de las obras», ha declarado el juez del estado de Ausgburgo Matthias Nickolai.

El abogado de Gurlitt, Tido Park, ha celebrado la decisión y ha alegado que es «un buen día» para su cliente.

Lo que no se ha aclarado es la forma en la que las obras serán devueltas a su dueño, ha declarado el portavoz de Gurlitt. También ha añadido que su equipo está buscando una solución para almacenar las obras ante el riesgo de sufrir robos.

Las autoridades registraron su domicilio en febrero de 2012, al considerarle sospechoso de evadir impuestos, y se encontraron con una colección compuesta por obras de arte modernistas y renacentistas, que quedó incautada.

Gurlitt levantó sospechas en 2010, cuando varios oficiales de aduana le detuvieron con una gran cantidad de dinero en efectivo al volver de Suiza.

El anciano alemán ha aceptado que la Fuerza Especial «Tesoro Artístico Schwabing», compuesta por expertos internacionales, determine el origen de las piezas que componen la colección. Las obras que en un año no hayan sido examinadas serán devueltas a Gurlitt.

La decisión del Gobierno de no hacer pública, durante al menos dos años, la incautación de 1.400 obras de arte en el piso de Gurlitt ha provocado fuertes críticas, sobre todo por parte de familiares de víctimas del expolio nazi.

Gurlitt apeló ante el tribunal de Augsburgo que ordenó el registro, recurriendo la incautación de su colección ante las sospechas de evasión de impuestos.