Crítica de «Ocho apellidos vascos»: Andaluz, bienvenido al norte

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

El cachondeo no está peleado con un acabado canónico...

20 mar 2014 . Actualizado a las 10:58 h.

En realidad habría que titular Bienvenido a las Vascongadas (reiterado con recochineo, pasando del topónimo Euskadi), uno de los gags recurrentes en una trama que tiene mucho de episodio largo de sitcom, sorprendente en alguien como Emilio Martínez-Lázaro que, al igual que el maestro balompédico Luis Aragonés, ya debiera tener el culo pelao de tanto dirigir comedias, unas buenas y otras menos. A él o a sus guionistas, alguien debería hablarles sobre la construcción del gag y su ritmo interior, para alejarlos del chiste filmado, que es otra cosa. Los hay buenos en Ocho apellidos vascos y sobre todo luce a un Karra Elejalde en su salsa, riéndose de sí mismo con ganas, que pone interés en el asunto y es, con diferencia, lo mejor de una obra que debe parte de su arranque triunfal en taquilla -2,7 millones de euros en su primer fin de semana- al bombardeo catódico de Telecinco, coproductora del invento. Hay momentos resultones y eso la platea lo jalea, pero filmar humor es algo más que encadenar gracietas que habrían funcionado igual de bien en El club de la comedia.

Un acabado fulero

Que sea buena noticia que una película española está rompiendo la taquilla no la exculpa de un acabado fulero, el que va de unos primeros quince minutos afortunados a unos finales previsibles, tontainas y mal rodados (lo que puede haber de coña metiendo a Los del Río sigo sin pillarlo).

El público ya sabe que paga por un divertimento en base al sobado chico-conoce-chica. O dicho de otro modo, chico andalú de luces justas aunque simpático (y además, derbeti y cofrade) se prenda de una chica más bruta que la Blasa de José Mota, con un padre vasco hasta el tuétano, al que deberá torear para que consienta la relación (odia a los sevillanos, su mujer se la pegó con uno), de ahí el gag que destripa el título, el de los ocho apellidos: Arguiñano, Igartiburu, Erentxun, Gabilondo, Urdangarin, Otegi, Zubizarreta y Clemente. Vale que ya es hora de perderle el miedo a algunos tabús (aquí, el tema vasco), pero qué tal si les damos una pensada a los guiones y los rodamos con algo más de rigor. Y si hay que repetir una toma, pues se repite las veces necesarias. El cachondeo no está peleado con un acabado canónico. Además, en cine, comedia y farsa no son lo mismo.

«OCHO APELLIDOS VASCOS»

España, 2014.

Director: Emilio Martínez-Lázaro.

Intérpretes: Clara Lago, Dani Rovira, Karra Elejalde, Carmen Machi, Alfonso Sánchez, Alberto López, Aitor Mazo.

Comedia.

98 minutos.