Vida y leyenda de los vikingos

Viviana García LONDRES / EFE

CULTURA

El Museo Británico profundiza en su retrato más allá de los guerreros que saqueaban iglesias

05 mar 2014 . Actualizado a las 12:05 h.

La vida de los vikingos entre los siglos IX y XI centra una exposición del Museo Británico que retrata a los legendarios escandinavos como comerciantes y algo pacificadores, además de guerreros agresivos que saqueaban iglesias y monasterios. Con variados objetos arqueológicos, la galería muestra a estos pueblos nórdicos en un contexto global, a través de sus contactos culturales durante la época de su apogeo en el norte de Europa. Vida y leyenda de los vikingos estará abierta hasta el 22 de junio.

Muchos de los objetos no han sido vistos antes en el Reino Unido, pero también hay piezas de su colección permanente, junto con otras cedidas, principalmente por el Museo Nacional de Dinamarca. «El tema clave es la diversidad cultural y los contactos que los vikingos establecieron durante su extraordinaria expansión entre los años 800 y 1050», explica Tom Williams, uno de los comisarios. La estrella de la exposición es la recreación, mediante un armazón metálico, de un barco de guerra de 37 metros cuyos restos fueron descubiertos en 1997 en el fiordo danés Roskilde.

Según detalla Williams, es el barco de guerra más grande hallado hasta ahora de los vikingos y permite conocer la tecnología de la que disponían y que les permitió «viajar tan lejos como hasta América del Norte, hacia el oeste, o al Mar Caspio, hacia el este, así como a las orillas del norte de África y, por supuesto, Europa». Se estima que fue construido en siglo XI, el de mayor esplendor vikingo, cuando Inglaterra, Dinamarca, Noruega y posiblemente una parte de Suecia estaban unidos bajo el reinado de Canuto el Grande.

Aunque violentos, también mantenían relaciones pacíficas con los pueblos que visitaban, intercambiando regalos e interesándose por la moda de vestir. Es así que el Museo Británico expone joyas, sobre todo pulseras de oro, y restos de sedas muy preciadas. Uno de los objetos destacados es un collar de oro de dos kilos de peso hallado en Dinamarca.

Tampoco faltan vasijas que eran usadas por los vikingos para importantes ceremonias de reconciliación entre enemigos. El Museo Británico no niega sin embargo la fama de agresivos que tenían estos pueblos nórdicos, en los que perder la vida en combate era considerado «glorioso», a diferencia de morir en paz, en la cama, que era visto como algo «vergonzoso».