Almudena Grandes: «Wert es un provocador y una especie de castigo que nos ha caído encima»

Europa Press

CULTURA

Almudena Grandes, hablando de su última novela.
Almudena Grandes, hablando de su última novela. Javier Lizon

La escritora ha presentado su última novela ambientada en la posguerra española Las tres bodas de Manolita

05 mar 2014 . Actualizado a las 19:26 h.

La escritora Almudena Grandes, que publica su nueva novela ambientada en la posguerra española Las tres bodas de Manolita (Tusquets), ha criticado hoy al ministro de Cultura y Educación, José Ignacio Wert, calificándole de «provocador». «Es una especie de castigo que nos ha caído encima», ha añadido.

En una entrevista con Europa Press, Grandes ha repasado la política cultural en España, resaltando que las decisiones de Wert han supuesto «un desprecio y una hostilidad constante» para todos los sectores, en especial la comunidad educativa.

«Es una especie de chulería constante y el ministro es un provocador», ha señalado, tras alertar de la campaña «contra la cultura» española que a su entender ha puesto en marcha el actual Gobierno.

«Se dedica a destruir a sus propios artistas difundiendo la idea de que la cultura son tres millonarios que viven fenomenal y ya va adelgazando la cosa. Me alucina mucho que el Ejecutivo haga esa campaña», ha apuntado la escritora.

Preguntada respecto a las acciones antipiratería, Grandes ha criticado tanto al Gobierno actual como a su predecesor, al entender que no han legislado en este campo y han convertido a España en «la excepción» de la Unión Europea.

«Es un asunto político y me da mucha rabia que no se haya legislado, aquí no se penaliza a la persona que descarga contenidos», ha afirmado. En cualquier caso, para la autora de Los aires difíciles la solución a la descarga ilegal de contenidos es «a largo plazo y pedagógica».

La herencia de la duquesa de Alba

Asimismo, ha alertado de que, en caso de seguir permitiendo estas actuaciones, los escritores se verán obligados a volver al mecenazgo y, por lo tanto, no escribirán sobre lo que quieran. «¿Quiénes terminarán escribiendo? Al final solo lo podrán hacer los hijos de Fainé (en alusión al presidente de La Caixa)», ha destacado.

En esta misma línea, ha incidido también en la política de derechos de autor para los escritores, con tan solo 70 años de recorrido sobre sus obras. «¿Por qué a los autores se limita ese tiempo y, por ejemplo, la Duquesa de Alba sí puede heredar?» se ha preguntado.

A su entender, la actual coyuntura podría invitar a «vivir un cambio pacífico sin estar vinculado a una convulsión». En este sentido, ha defendido el papel de los ciudadanos españoles durante la crisis. «Esta situación me recuerda cada vez más a Argentina, donde los ciudadanos están por encima de los políticos», ha concluido.

«La España de la posguerra no es la que sale en la televisión»

a escritora, que reconoce adoptar un punto de vista subjetivo, se ha alejado de otras visiones de este periodo como las de las series de televisión que, a su entender, no recogen fielmente lo sucedido.

«Hay mucha gente que prefiere pensar que la España de los años 40 y 50 es la que sale en las series de televisión, y no. Esa ficción es mucho más tranquilizadora y por eso mis libros no gustan a algunos. Pero ni España era Inglaterra en ese periodo ni Madrid era Londres», ha explicado en una entrevista para Europa Press.

Este libro supone la continuación de la serie iniciada por la escritora con Inés y la alegría y posteriormente con El lector de Julio Verne, enmarcadas dentro de Episodios de una guerra interminable. Basándose en historias reales, Grandes noveliza hechos remarcables de la época española hasta llegar a la Transición.

En Las tres bodas de Manolita, la autora cuenta la historia de una joven en Madrid tras la Guerra Civil, que se ve envuelta en una red de ayuda para los represaliados por el régimen. A través de varias multicopistas, colaborará para poner en marcha la propaganda clandestina.

En esta ocasión, Grandes ha contado con numerosa información recopilada en años anteriores que le han permitido novelizar un hecho en concreto, siempre desde su punto de vista. «La objetividad es algo que no existe y cuando una persona cuenta algo lo hace en función de su ideología. Al que no le guste, que no compre los libros», ha explicado.

Preguntada respecto a la numerosa bilbiografía que ya existe en torno a la Guerra Civil, ha negado este hecho recordando que «en España, cualquier cosa que pasó antes del destape parece Guerra Civil». En este sentido, ha apuntado a «un desconocimiento» de muchas personas respecto a la propia Historia de España.

«La gente no se cansa del III Reich»

«Es curioso que la gente no se cansa del III Reich y sí de estas historias. Hay muchas personas que no quieren saber en qué país vivían sus abuelos porque es mejor ver las miserias en el país vecino, pero al hacer eso no viven mejor, es otra forma de pasarlo mal», ha resaltado.

Grandes ha reconocido que, a la hora de escribir sobre este periodo, procura no ofrecer libros «ni truculentos ni panfletarios». En cualquier caso, reconoce que el hecho de que el Estado «nunca haya agradecido el esfuerzo» de la resistencia antifranquista le permite «homenajear» por su cuenta a estas personas.

«Somos el único país democrático de Europa en el que ha habido una guerra entre fascistas y demócratas y no se sabe quiénes son los buenos y los malos. Parece que vives en un país donde determinada gente no ha existido jamás», ha destacado.

Desahucios y paro

El Madrid descrito en la novela está devastado y el relato cuenta con algunas similitudes con la actualidad. En este sentido, la protagonista se ve desahuciada de su piso y sin trabajo a pesar de necesitar el dinero. No obstante, Grandes ha resaltado que no se pueden comparar ambos periodos.

«Hay una diferencia fundamental: en los años 40 había una política sistemática de exterminio o aplastamiento de las personas por desesperación. La crisis de hoy en día cuenta con la cooperación de agentes perversos, pero no con la ayuda represora de todo el aparato del Estado español», ha concluido.