José Luis Acosta: «Hay que recaudar más en la Red»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La entidad quiere adaptarse al siglo XXI, con sus usuarios y clientes

04 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Acosta (Úbeda, 1961) preside desde julio del pasado año la SGAE y por primera vez visita la sede gallega con el pretexto de asistir a uno de los consejos territoriales, en donde se debatirán las pautas a seguir en los distintos frentes abiertos.

-¿Qué error del pasado quiere cambiar en esta nueva etapa?

-Se ha invertido mucho dinero en la red de teatro y eso nos ha supuesto una losa patrimonial importante que todavía la estamos sufriendo. Duele porque hablamos del dinero de los socios y está condicionando el crecimiento futuro de la sociedad.

-¿Hacia dónde va ese futuro?

-Hay una preocupación fundamental por los ingresos. Hay que recaudar más, aunque estamos acostumbrados a ser un poco inmovilistas. Por otra parte está el anteproyecto de ley de propiedad intelectual. Ahora empieza el trámite parlamentario y es algo que nos preocupa porque nos deja en indefensión, en el sentido de que nos hace poco competitivos frente a otras entidades de gestión europeas y del resto del mundo. Y otro frente es el de modernizar la casa y adaptarla al siglo XXI y ahí va a haber muchos cambios, en la gestión colectiva y en cuanto a quién van a ser nuestros futuros usuarios y clientes. Lo que no puede ser es que sigamos arrastrando un organigrama y hábitos que vienen de los años noventa.

-¿De dónde saldrán los ingresos?

-Hay varias fuentes, pero sobre todo una. Hay que recaudar más en la Red, donde nunca se ha creado y consumido tanto y ha llegado tan poco a los creadores. Es un campo que hay que trabajar muchísimo. El propio mercado todavía no está ordenado y es muy desfavorable para creadores y productores.

-Sin embargo en Internet prevalece la gratuidad y si vetas una vía surgen otras dos nuevas...

-Es curioso que en Estados Unidos cuando intentas descargar algo salta en la pantalla un letrero del FBI que te amenaza. En el otro extremo hay una corriente que defiende que la cultura debe ser gratis, que no entiendo muy bien, porque la generan personas normales con necesidades. También es cierto que hay un mal hábito de consumo en Internet con el que debemos acabar y hay dos caminos. Está la parte punitiva de la ley, que debe dejar bien claro lo que significa robar. Para mi es apropiarte del trabajo de otros para beneficio propio y hay webs y servidores que se están haciendo ricos con el trabajo ajeno. Y también está la parte pedagógica, en la que yo creo mucho. Hay toda una nueva generación que no está, entre comillas, pervertida en el consumo y uso del producto cultural en Internet y a la que se le puede educar para valorar y respetar la creación.

-¿Cree que hay imagen social distorsionada de la SGAE?

-Yo creo que sí y diría que, a veces, intencionadamente. Se han podido cometer errores y hacer cosas que no estaban bien hechas, pero la SGAE está haciendo un enorme trabajo a nivel transparencia, de gestión y para estar en la vanguardia de lo digital. No somos solo una sociedad que recauda, sino que podemos aportar mucho a la sociedad. Queremos enriquecer la industria cultural, fomentar el empleo y el respeto por la creación.

-¿A qué cree que se debe entonces esa imagen desvirtuada?

-Es como Hacienda, cuando se cobra siempre uno corre el riesgo de tener mala imagen y es normal. Pero no es un impuesto, es un derecho de todo el mundo. En el resto de países de nuestro entorno esa hostilidad no existe. De hecho ahí está el ejemplo de Inglaterra, en donde en muchísimos pubs tienen una pegatina y se sienten orgullosos de decir que pagan los derechos de autor. Hay mucha artificialidad en la imagen de la SGAE, en muchos casos provocada por grandes grupos con otros intereses. Nosotros también nos gastamos millones en becas, en formación, en asuntos sociales, en divulgar la cultura española en el mundo y eso nunca sale en la prensa.

-¿Qué hay de mito y qué de cierto en el canon musical en bodas o festivales benéficos?

-Hay mucho de mito. Cuando se hace uso de la música, un trabajo que ha hecho alguien, hay que pagar. A los bares nadie le obliga, tienen la opción de no hacer uso de ella o ir a los tribunales, que nos han dado la razón en el 92 % de los casos. En el caso de los festivales benéficos se ha cambiado la norma en esta legislatura y es ahora el autor el que decide si deben o no deben pagar. Me asombra que seamos tan sensibles con el tema de las peluquerías, por ejemplo, y no con los autores, que son personas que también tienen que comer y pagar una hipoteca.